En Chiapas, una región marcada por su rica tradición textil y al mismo tiempo por desafíos económicos significativos, un proyecto revolucionario está cambiando la vida de muchas mujeres. Gracias a una iniciativa liderada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en colaboración con el Grupo de la Oficina Chérifien de Fosfatos (OCP) y socios privados, 102 artesanas han encontrado una nueva vía para fortalecer no solo su independencia económica, sino también la economía de sus comunidades en el sur de México.

El proyecto, denominado “Impulso a la resiliencia de artesanas en Chiapas – Digital X”, se enmarca en una estrategia más amplia que busca potenciar las habilidades empresariales y digitales de estas mujeres, ofreciéndoles herramientas para competir en los mercados del futuro y promover sus productos a nivel global.
Según Ksenia Alexandrova, encargada del proyecto, la iniciativa se propuso redefinir el papel de las artesanas en la economía digital: “Cada año lanzamos una convocatoria y, al ganar los fondos, nos enfocamos en integrar procesos digitales que modernicen la forma en que estas mujeres gestionan y promueven sus negocios”.
El programa se ha destacado por su enfoque integral, que incluye desde la producción de artesanías hasta la comercialización en plataformas de comercio electrónico como Akojo Market, una empresa británica que ha facilitado la entrada de estos productos artesanales en el mercado internacional. Además, las participantes han recibido capacitación en habilidades socioemocionales, empresariales y digitales, lo que ha incrementado significativamente su empoderamiento económico y tecnológico.

María Isabel Ara Pale, de Huixtan, Chiapas, es testimonio del impacto positivo de estos esfuerzos: “Antes solo trabajaba en el campo y en casa. Gracias al proyecto, he aprendido a comercializar mis bordados, que antes solo eran para uso personal. Ahora puedo venderlos y contribuir de mejor manera a la economía de mi hogar”.
El éxito del programa se refleja en las cifras: el ingreso promedio de las artesanas aumentó a 129 dólares mensuales durante el proceso de capacitación, una mejora significativa comparada con los ingresos previos que muchas de ellas reportaban.
La iniciativa también ha enfocado esfuerzos en reducir la brecha digital, especialmente crítica en zonas rurales como Chiapas, donde un alto porcentaje de la población aún no tiene acceso a tecnologías básicas de información. Este proyecto no solo ha permitido que las artesanas se beneficien de la digitalización, sino que también ha promovido la inclusión social y el bienestar comunitario.
Finalmente, el apoyo continuo de entidades internacionales y la colaboración con empresas privadas han sido fundamentales para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo de este tipo de iniciativas. La experiencia de Chiapas es un modelo inspirador de cómo la tecnología y la capacitación pueden transformar vidas, promover la igualdad de género y fortalecer economías locales en contextos desafiantes.
15/8/2024