En un evento que ha suscitado condenas internacionales, más de 1,400 ultranacionalistas judíos, liderados por el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén este martes. Este acto se llevó a cabo bajo un fuerte dispositivo policial durante la celebración de Tisha Bav, un día de luto y ayuno en la tradición judía.

La Explanada de las Mezquitas, conocida por los judíos como el Monte del Templo, es un lugar sagrado tanto para musulmanes como para judíos. Según el statu quo establecido desde 1967, tras la ocupación israelí de la parte este de Jerusalén, el recinto está dedicado exclusivamente al culto musulmán, y los judíos solo pueden acceder como visitantes sin orar allí. Sin embargo, Ben Gvir declaró desde el lugar: «Hemos logrado avances significativos en la soberanía de Israel aquí. Nuestra política es permitir la oración judía».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a través de un comunicado, se desmarcó de las acciones de Ben Gvir, indicando que el evento «es una excepción del statu quo» y que la política oficial sobre el lugar sagrado no ha cambiado.

La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación a estos acontecimientos. El Departamento de Estado de EE.UU. y el alto representante de los Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, expresaron su condena. EE.UU. describió la oración dirigida por Ben Gvir como «no solo inaceptable, sino también una distracción de los esfuerzos por concluir un acuerdo de alto el fuego» en Gaza.
Simultáneamente, la tensión se agravó con el lanzamiento de dos cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel, uno de los cuales cayó en el mar frente a Tel Aviv.

Esta incursión ocurre en un momento delicado para la región, mientras se negocia un cese al fuego y en medio de la reanudación de las negociaciones de paz. El portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudaineh, exigió a la Administración estadounidense que intervenga para frenar estas provocaciones que atentan contra los lugares sagrados.
Este incidente rememora la visita en septiembre de 2000 del entonces líder del Likud, Ariel Sharon, a la misma ubicación, que fue el detonante de la Segunda Intifada, una intensa y prolongada fase de conflicto entre israelíes y palestinos. RTVE.
13/8/2024