Tras un siglo de prohibición durante los Juegos Olímpicos de 2024 París 2024 han marcado el regreso del baño en el Sena, el histórico río de la capital francesa. Este regreso simboliza una reconexión con la época en la que sumergirse en sus aguas era un pasatiempo popular, prohibido en 1923 debido a problemas de contaminación y tráfico fluvial.

Aunque la prohibición sigue en vigor, las autoridades parisinas hicieron una excepción especial para los Juegos Olímpicos, permitiendo a los triatletas y nadadores en aguas abiertas competir en el Sena. Este evento es parte de un ambicioso plan del Ayuntamiento de París, que ha invertido más de 1.400 millones de euros desde 2015 para limpiar y restaurar el río, con el objetivo de abrir zonas de baño permanentes al público en el verano de 2025.
El proyecto ha involucrado la construcción de infraestructuras como un enorme depósito en Austerlitz para gestionar mejor las aguas residuales y pluviales, evitando que la contaminación alcance el Sena. A pesar de estos esfuerzos, la calidad del agua sigue siendo un tema controvertido, especialmente después de que se reportaran problemas de salud entre algunos atletas durante los Juegos.
A pesar de las dudas, las autoridades locales, incluida la alcaldesa Anne Hidalgo, se han esforzado por demostrar la seguridad del río, bañándose públicamente en el Sena. Sin embargo, el futuro del baño en el Sena para el público en general dependerá de la evolución continua de la calidad del agua y de los resultados de las pruebas que se realicen en los próximos meses.
Este ambicioso proyecto busca no solo revivir una tradición perdida, sino también transformar la relación de los parisinos con su emblemático río, abriendo nuevas oportunidades de ocio acuático en pleno corazón de la ciudad.
11/08/2024