Una de cada once personas podría haber pasado hambre en el mundo durante 2023, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado este miércoles 24 de julio. El informe destaca que la prevalencia de la subnutrición global se ha mantenido en niveles similares durante tres años consecutivos, tras un notable aumento a raíz de la pandemia de COVID-19. Asimismo, señala que el objetivo de desarrollo sostenible de erradicar el hambre para 2030 está lejos de alcanzarse.
El documento estima que entre 713 y 757 millones de personas podrían haber sufrido hambre en 2023, lo que representa a una de cada once personas en el mundo y una de cada cinco en África. Las causas de esta crisis son variadas, incluyendo conflictos, cambios climáticos, desaceleraciones económicas y recesiones.
El año pasado, aproximadamente el 28,9% de la población mundial (2,33 mil millones de personas) se encontraba en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave.

La FAO advierte que el incremento del hambre es más pronunciado en países pobres que enfrentan múltiples crisis simultáneas. La falta de resiliencia de los sistemas agroalimentarios en estos países agrava la situación. Además, la inseguridad alimentaria y la desnutrición afectan de manera desproporcionada a niños, mujeres, jóvenes e indígenas.
Otro problema señalado por el informe es el aumento de la obesidad en adultos y la anemia en mujeres de 15 a 49 años. La prevalencia de obesidad ha pasado del 12,1% en 2012 al 15,8% en 2022, con una proyección de superar los 1,2 mil millones en 2030. La anemia en mujeres ha aumentado del 28,5% en 2012 al 29,9% en 2019, y podría llegar al 32,3% en 2030.
No obstante, hay datos positivos, como la reducción del retraso en el crecimiento infantil, que ha disminuido en un tercio en las últimas dos décadas. La FAO considera esto un progreso hacia el derecho a una alimentación adecuada y una vida digna y saludable.
El informe subraya la necesidad urgente de avanzar hacia una acción común en el financiamiento de la seguridad alimentaria y nutricional. Actualmente, no es posible evaluar adecuadamente los niveles de financiamiento, ni monitorear los avances o retrocesos en este ámbito.
La FAO destaca que las fuentes oficiales y públicas de financiamiento no serán suficientes para cerrar la brecha y que es esencial aumentar la inversión privada mediante alianzas público-privadas. No actuar a tiempo conllevará costos sociales, económicos y ambientales incalculables. Los datos del informe serán fundamentales para las discusiones en la Cumbre del Futuro en septiembre y la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo el próximo año.
24/07/2024