Fernanda Kaingáng, la primera indígena en obtener un máster en Derecho por la Universidad de Brasilia y doctora en patrimonio cultural por la Universidad de Leiden, asumió la dirección del Museo Nacional de los Pueblos Indígenas en diciembre. Su desafío principal es reabrir al público el edificio en Botafogo, Río de Janeiro, cerrado durante casi ocho años.
Mientras avanza en este objetivo, Kaingáng promueve un proyecto para «descolonizar mentes y corazones», enfrentando la negación histórica de los derechos indígenas. Defiende la importancia de reconocer y reparar el daño cultural infligido a los pueblos originarios.

El Museo Nacional de los Pueblos Indígenas, fundado en 1953 por el antropólogo Darcy Ribeiro, está vinculado a la Funai y se dedica a la preservación del patrimonio cultural indígena. Bajo la nueva dirección, el museo refuerza su misión de combatir el racismo y apoyar las movilizaciones de resistencia indígena.
Aunque la reapertura completa del museo aún no tiene fecha, sus jardines ya están accesibles al público desde enero. Además, el acervo del museo se ha enriquecido con la repatriación de alrededor de 600 piezas etnográficas desde Francia y un manto del pueblo Tupinambá desde Dinamarca, lo que ayudará a reconstruir el patrimonio cultural perdido en el incendio de 2018.
Kaingáng considera estas repatriaciones como parte de una reparación cultural necesaria y aboga por que las piezas devueltas se integren en sus territorios de origen. Enfatiza que «nuestra cultura brota de la tierra» y declara el compromiso del museo con la emergencia climática.
22/07/2024