En 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, para destacar la importancia de dotar a los jóvenes con habilidades necesarias para el empleo, el trabajo digno y el emprendimiento. En 2024, el tema es «Las habilidades de la juventud para la paz y el desarrollo», subrayando el papel esencial de los jóvenes en la consolidación de la paz y la resolución de conflictos.

En la actualidad, los jóvenes enfrentan numerosos desafíos, desde conflictos violentos que interrumpen la educación hasta un entorno polarizado en las redes sociales y la persistente desigualdad económica. Estos problemas no solo amenazan el futuro de los jóvenes, sino también la estabilidad de las sociedades. Por ello, es fundamental proporcionar a la juventud las habilidades necesarias para promover una cultura de paz, formar ciudadanos globales responsables y fomentar un desarrollo sostenible.
El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud es una ocasión para reconocer a los jóvenes como agentes de cambio y comprometernos a proporcionarles las oportunidades necesarias para construir un mundo más próspero y sostenible. Uniendo esfuerzos, podemos asegurar que ningún joven se quede atrás y que todos tengan la oportunidad de contribuir al desarrollo global.
El desempleo juvenil es uno de los problemas más urgentes a nivel mundial. Según el informe «Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020: la tecnología y el futuro de los empleos», desde 2017 ha aumentado el número de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis). En 2016, había 259 millones de jóvenes en esta situación, cifra que aumentó a 267 millones en 2019 y se proyecta que alcance los 273 millones en 2021. Este incremento refleja una tendencia preocupante, con un porcentaje que subió del 21.7% en 2015 al 22.4% en 2020.

Para abordar esta problemática, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/RES/69/145, designó el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, destacando la importancia de invertir en el desarrollo de habilidades de los jóvenes. La educación y la formación son fundamentales para cumplir con la Agenda 2030, especialmente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
La enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) desempeña un papel crucial al permitir que los jóvenes adquieran competencias técnicas y profesionales, facilitando su acceso al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento. Esta formación también contribuye a reducir las disparidades de género y asegura el acceso de personas vulnerables a una educación de calidad. Además, la EFTP responde a las demandas económicas, sociales y ambientales, promoviendo el crecimiento sostenible e inclusivo y apoyando la transición hacia economías ecológicas y sostenibles.
En resumen, la EFTP no solo capacita a los jóvenes para ingresar al mercado laboral, sino que también mejora su capacidad de respuesta a las demandas cambiantes de competencias de las empresas y comunidades. Asimismo, aumenta la productividad, los niveles salariales y reduce las barreras de acceso al empleo, asegurando que las competencias adquiridas sean reconocidas y certificadas. Además, ofrece oportunidades para aquellos que están fuera del sistema educativo y para quienes no tienen empleo ni reciben formación, ayudándoles a adquirir las habilidades necesarias para su desarrollo profesional y personal.
15/07/2024