Un informe publicado hoy, 11 de julio, por la Fundación José Neves revela que los jóvenes en Portugal siguen ganando salarios más bajos en promedio, pero tener un título universitario garantiza cada vez más oportunidades de empleo y mejores sueldos.
El informe “Estado de la Nación: Educación, Empleo y Competencias en Portugal 2024” muestra que, tras la crisis pandémica, los niveles de desempleo juvenil han vuelto a aproximarse a los registrados antes de la pandemia, especialmente entre los jóvenes con educación superior.
En 2023, la tasa de desempleo para jóvenes de 25 a 34 años fue del 7,4%, pero se elevó al 9% entre aquellos sin educación superior, mientras que entre los graduados universitarios fue del 5,3%, la más baja en el periodo analizado (2011-2023). El estudio destaca que las oportunidades de empleo son mayores para quienes tienen educación superior, siendo cada vez más común la exigencia de un máster o doctorado.

Durante la pandemia, el premio de empleabilidad —la probabilidad de estar empleado— aumentó significativamente para quienes obtuvieron un máster. Además, tener un título universitario no solo se asocia a más oportunidades, sino también a mejores salarios. El informe señala que el beneficio adicional de la educación superior, en comparación con el nivel secundario, es del 49% para la población de 18 a 64 años y del 34% para jóvenes de 25 a 34 años.
Entre 2022 y 2023, los salarios reales de los jóvenes aumentaron un 3,9% en promedio, pero este incremento fue del 7% para los graduados universitarios. Sin embargo, los jóvenes entre 25 y 34 años siguen siendo los peor pagados, independientemente de sus cualificaciones, con un salario medio de 1.004 euros en 2023, 176 euros menos que los graduados universitarios.
El informe también analiza la evolución de la formación en Portugal, mostrando una ligera reducción en la proporción de adultos sin educación secundaria completa (del 42% en 2022 al 40,6% en 2023) y un aumento en la tasa de empleo de los recién graduados (del 78,4% en 2022 al 78,8% en 2023). Además, se observa un pequeño incremento en la participación de adultos en programas de educación y formación (del 13,3% en 2022 al 13,4% en 2023).
Aunque los adultos con educación superior son quienes más participan en educación y formación continua, la participación de aquellos con solo educación básica no supera el 5,2%. Esta baja tasa de participación entre los menos escolarizados es preocupante, dada la alta proporción de adultos en Portugal con este nivel educativo, más del doble de la media europea.
Finalmente, el informe advierte sobre una ligera disminución en la proporción de jóvenes adultos con educación superior (del 42,5% en 2022 al 40,9% en 2023), atribuyéndolo al impacto de la pandemia en las tasas de abandono y tiempo de finalización de los cursos.
11/07/2024