La Cámara de Diputados de Brasil aprobó el miércoles 10 de julio el primer proyecto que regula la reforma tributaria, con 336 votos a favor y 142 en contra. El texto ahora pasará al Senado. Las nuevas reglas se aplicarán de forma escalonada en los próximos años, con efectos completos a largo plazo.
Después de la votación del texto base, los diputados debatieron varias enmiendas. Una de las principales fue la exención del impuesto al consumo para la carne bovina y el pollo, una propuesta apoyada tanto por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como por la oposición, aunque no contaba con el respaldo del equipo económico del gobierno. Esta exención fue aprobada, integrando la carne a la cesta básica sin impuestos.

Otra enmienda, que proponía aplicar el impuesto selectivo a las armas, fue rechazada, dejando las armas libres de este impuesto destinado a gravar productos nocivos para la salud o el medio ambiente. El relator del proyecto, el diputado Reginaldo Lopes, negoció un acuerdo para eximir también de impuestos al consumo el sal, los pescados y los quesos.
La aprobación de la exención de impuestos para las carnes provocó una disputa política entre el gobierno y la oposición sobre quién promovió la medida. Aunque fue una petición de Lula, la enmienda fue presentada por el PL, el mayor partido opositor. Esta exención beneficia tanto a consumidores como a productores de carne.
El presidente de la Cámara, Arthur Lira, se opuso a esta exención, calificándola de «insanidad» debido al impacto en la recaudación. La exención de las carnes incrementará la alícuota del impuesto único en aproximadamente 0,53 puntos porcentuales para mantener la recaudación actual.
El proyecto establece reglas para los nuevos impuestos sobre el consumo (IBS, CBS y Impuesto Selectivo), que reemplazarán cinco de los tributos actuales. La transición al nuevo sistema será gradual, culminando en 2033. La reforma ya aprobada busca mantener una alícuota estimada del 26,5%, aunque se detallarán las reglas específicas en el futuro.
11/07/2024