El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó el 8 de julio a Santa Cruz, Bolivia, para reunirse con su homólogo Luis Arce, en medio de la crisis política tras el intento de golpe de Estado en el país andino.
Durante su discurso el 9 de julio, Lula enfatizó que tanto Brasil como Bolivia deben rechazar cualquier intento de autoritarismo o golpes de Estado. Subrayó la responsabilidad de defender la democracia y recordó los incidentes del 8 de enero de 2023 en Brasil, cuando seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron el Palacio del Planalto en Brasilia. Comparó estos eventos con las crisis políticas de Bolivia en 2019 y en junio de 2024.

Lula destacó que «nos invadió una ola de extremismo» y mencionó la importancia de mantener el sistema democrático, aunque señaló que «resultó ser un terreno aún movedizo». Agradeció a Arce por la solidaridad de Brasil hacia la democracia boliviana.
Por su parte, Luis Arce expresó su gratitud por la condena de Brasil al fallido levantamiento militar y su apoyo a la estabilidad democrática en Bolivia.
Lula también abordó las tensiones internas del oficialismo boliviano entre Arce y su mentor político, Evo Morales, aunque sin mencionarlos directamente. Señaló que la desunión de las fuerzas democráticas sólo beneficia a la extrema derecha.
Morales ha acusado al gobierno de Arce de promover un fallo del Tribunal Constitucional para inhabilitarlo como candidato en las elecciones de 2025. Además, hubo desacuerdos sobre la reciente asonada militar, con Arce describiéndola como un intento de golpe y Morales afirmando que se trató de un «autogolpe».
10/07/2024