Hoy, el Instituto Nacional de Meteorología brasileño (Inmet) ha emitido un alerta debido a los niveles peligrosamente bajos de humedad en el aire, afectando a casi la mitad de las ciudades brasileñas. En 387 ciudades de 12 estados y el Distrito Federal, la situación es especialmente grave, con niveles de humedad entre el 20% y el 12%. Según la Organización Mundial de la Salud, el nivel óptimo de humedad debería estar por encima del 60%.
La baja humedad, combinada con el aire caliente y seco, incrementa el riesgo de incendios forestales y tiene un impacto negativo en la salud. En este periodo más frío, las personas tienden a congregarse en espacios cerrados, lo que facilita la propagación de virus y bacterias. Los más vulnerables a estos efectos son los ancianos y los niños.

En Belo Horizonte, la humedad llegó a marcar un preocupante 26% al final de la tarde. Para mitigar los efectos del clima seco, se ha instalado una estación con bebederos y nebulizadores en el centro de la ciudad, proporcionando un refugio refrescante para los transeúntes.
La doctora Michelle Andreata Moura, neumóloga de la Santa Casa BH, recomienda medidas para combatir los efectos de la baja humedad: «Es importante mantenerse hidratado. Los ojos y la nariz pueden hidratarse con solución salina, y para la boca se deben usar protectores labiales que contengan manteca de cacao o aceites, para evitar la pérdida de humedad».
Este clima seco también contribuye a la congestión en espacios cerrados, aumentando la transmisión de enfermedades respiratorias. Es crucial que la población, especialmente los grupos más vulnerables, adopten medidas preventivas para proteger su salud en estas condiciones adversas.
05/07/2024