El conflicto en Jan Yunis ha provocado una nueva ola de desplazamientos, afectando a cerca de 250,000 personas, según informes de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Esta situación se agrava debido a la restricción en la entrada de ayuda humanitaria, lo que ha exacerbado la propagación de enfermedades en la región.
Durante la noche, los intensos bombardeos israelíes han forzado a los residentes de Jan Yunis a buscar refugio en los márgenes de las aguas costeras, donde los campos de desplazados ya se encuentran saturados. Louise Wateridge, oficial superior de comunicación de UNRWA, destacó el caos y el pánico que se están extendiendo en el sur de Gaza, describiendo la situación como «otro golpe devastador para la respuesta humanitaria» en la zona.

Familias desplazadas enfrentan decisiones difíciles
Las familias desplazadas se enfrentan a decisiones críticas sobre dónde encontrar refugio, con opciones limitadas y condiciones extremas. «¿Cómo deciden los padres a dónde ir; adónde hay que ir? Esta mañana, a lo largo de la carretera costera, se pueden ver refugios improvisados hasta la orilla, hasta el agua que entra. Está absolutamente abarrotado de familias que ya han tenido que mudarse», explicó Wateridge.
La intensidad de los bombardeos continúa afectando las zonas norte, centro y sur de la Franja de Gaza, haciendo que ninguna área sea segura. El personal de UNRWA en el terreno observa cómo las familias se alejan de estas zonas, con un incremento notable de caos y pánico.
Persiste la falta de combustible y seguridad
A pesar de la falta de combustible y de condiciones de seguridad, UNRWA ha continuado entregando agua, paquetes de comida, harina, pañales, colchones, lonas y asistencia sanitaria. Sin embargo, las nuevas órdenes de desplazamiento están complicando aún más el acceso al paso fronterizo de Kerem Shalom para recibir ayuda.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha expresado su preocupación por la grave falta de combustible, que ha «comprometido significativamente» la atención sanitaria en Gaza. Los hospitales necesitan 80,000 litros de combustible diariamente para funcionar adecuadamente, pero las entregas han sido insuficientes y esporádicas.
Riesgo de enfermedades
La doctora Hanan Balkhy, directora regional para el Mediterráneo Oriental de la OMS, informó que la falta de combustible está afectando críticamente a los servicios de ambulancia y a los sistemas esenciales de agua y saneamiento. Además, la escasez de agua está «contribuyendo significativamente a la propagación de enfermedades», con un aumento en el número de casos de hepatitis A, diarrea y otras afecciones relacionadas con el agua.
Este conflicto continúa afectando gravemente a la población de Gaza, con consecuencias desastrosas para su bienestar y salud. La comunidad internacional observa con preocupación mientras se busca una solución para mitigar el sufrimiento de los afectados en esta región conflictiva. 2/7/2024