Los gobiernos deben abandonar la idea de que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) puede resolver la pobreza y priorizar en cambio los derechos humanos en sus decisiones económicas, según un experto independiente de la ONU sobre la pobreza.
«Durante décadas hemos seguido la misma receta desgastada: primero hacer crecer la economía y luego utilizar la riqueza para combatir la pobreza. Esto ha resultado en un plato intragable: un mundo al borde del colapso climático donde una pequeña élite posee una fortuna escandalosa mientras cientos de millones de personas se despiertan cada día con los horrores de la pobreza extrema», ha declarado Olivier De Schutter.

En un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, De Schutter critica que “el PIB y nuestra adicción al consumismo se han convertido en distracciones peligrosas de lo que realmente importa: la capacidad de las personas para llevar una vida digna en un planeta habitable”.
El informe aboga por la reestructuración y condonación de la deuda y la financiación de servicios públicos universales, la implementación de salarios mínimos y la valoración de las “16.000 horas diarias de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado” que realizan principalmente las mujeres.
“Financiar estos servicios y disminuir nuestra dependencia del PIB es posible mediante políticas de impuestos progresivos, como tasas a las herencias y a la riqueza, así como combatir los flujos financieros ilícitos y la evasión fiscal”, afirmó De Schutter.
3/7/2024