El mundo literario se viste de luto con el fallecimiento del destacado escritor albanés Ismail Kadare a los 88 años. Kadare, quien se erigió como uno de los principales defensores de la libertad bajo la dictadura comunista de Enver Hoxha, falleció en Tirana a causa de un paro cardiorrespiratorio, informaron fuentes del hospital y su editorial.
Nacido en 1936 en Gjirokastër, misma ciudad que vio nacer al dictador Hoxha, Kadare es reconocido por una vasta obra literaria que ha sido traducida a más de 45 idiomas. A lo largo de su carrera, Kadare fue un persistente candidato al premio Nobel de Literatura, reflejando en sus escritos las sombras del totalitarismo que oscurecieron Albania hasta principios de los años noventa.
Su legado literario incluye obras trascendentales como «Palacio de los sueños», «El general del ejército muerto», «Crónica en piedra» y «Castillo», en las cuales exploró no solo la historia y mitología albanesa sino también ofreció una crítica penetrante a la sociedad. Tras abogar por la democratización de Albania, Kadare se exilió a Francia en 1990, donde en 1996 fue reconocido al ser admitido en la Academia Francesa de Ciencias Morales y Política.

El presidente de Albania, Bajram Begaj, y el primer ministro, Edi Rama, han lamentado profundamente la pérdida de Kadare, describiéndolo como un «coloso de la cultura albanesa» y un «monumento de la cultura albanesa». La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, también expresó su pesar, destacando a Kadare como un incansable defensor de los derechos del pueblo albanés en Kosovo.
En sus últimos años, Kadare se mantuvo activo en la esfera literaria, residiendo entre Francia y Albania y continuando su labor como puente cultural entre el este y el oeste de Europa. Su muerte marca el fin de una era para la literatura de los Balcanes, pero su influencia perdurará como testimonio del poder del espíritu humano frente a la adversidad.
1/7/2024