En una carta dirigida a los habitantes de Nueva Caledonia, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido la «retirada firme y definitiva de todos los bloqueos» en el archipiélago del Pacífico Sur, en un ambiente aún tenso debido a los disturbios provocados por una reforma electoral rechazada por los independentistas.
La situación en Nueva Caledonia, según Macron, ha sido llevada a un estado inaceptable por unos pocos, y aquellos que la han fomentado deberán asumir las consecuencias de sus actos. El presidente, que visitó el territorio el 23 de mayo, ha decidido no convocar un Congreso para adoptar el proyecto de reforma electoral constitucional que desencadenó los disturbios de mayo. En cambio, ha llamado a la creación de un «nuevo contrato social calédonico» que deberá discutir la naturaleza de los lazos futuros con Francia, promoviendo vínculos que unan sin restringir, y que sean de mutua solidaridad.

Macron enfatizó que «se necesita más tiempo para construir que para destruir, pero la paciencia es siempre la condición de la esperanza», ha pubicado France24.
Como signo de un lento retorno a la normalidad tras cinco semanas de disturbios, las escuelas y el aeropuerto internacional de Noumea reabrieron el lunes, y el toque de queda nocturno se ha extendido de las 18:00 a las 20:00 horas. Sin embargo, las calles de la capital del territorio francés del Pacífico Sur aún muestran las huellas de la violencia, con edificios quemados, incluidos centros educativos, y barricadas erigidas por los independentistas, así como contrabarricadas por los no independentistas. 18/6/2024