Las emergencias globales, como desastres naturales, pandemias y conflictos, tienen un impacto desproporcionado en las personas mayores, aumentando su vulnerabilidad. El Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez de 2024, celebrado bajo el lema «Las personas mayores en el punto de mira de las emergencias», destaca la importancia crítica de abordar las necesidades específicas de este grupo en la planificación y respuesta ante emergencias.
Las personas mayores a menudo enfrentan desafíos únicos durante las crisis, incluyendo problemas de movilidad, enfermedades crónicas y aislamiento social, que pueden complicar su acceso a la ayuda necesaria. Además, el caos y el estrés de una emergencia incrementan el riesgo de que sufran malos tratos, ya sean físicos, emocionales o económicos.
El evento organizado por las Naciones Unidas el 14 de junio de 2024 en Nueva York, y que también se pudo seguir en directo a través de UN Webtv, sirvió como plataforma para discutir y promover la protección y asistencia de los ancianos en tiempos de crisis. Este día representa una oportunidad anual para rechazar el maltrato a las personas mayores, una violación flagrante de los derechos humanos, y para promover el reconocimiento de su dignidad y derecho a vivir sin miedo ni violencia.
Es crucial que el personal de emergencia, los cuidadores y el público en general reciban educación y formación adecuadas para responder eficazmente a las necesidades de las personas mayores durante las emergencias. Proteger a los ancianos no solo es una cuestión de derechos humanos sino también un imperativo moral y social.
El aumento previsto del número de personas de 60 años o más, que se espera que crezca un 38% entre 2019 y 2030, especialmente en regiones en desarrollo, subraya la necesidad urgente de abordar los desafíos específicos que enfrentan las personas mayores. Este crecimiento demográfico hace aún más imperativo centrarse en los derechos humanos de los ancianos y en su protección frente al maltrato y el abandono.
Además, es fundamental considerar el contexto cultural al definir, detectar y resolver el maltrato de los ancianos. En algunas culturas, por ejemplo, se obliga a viudas mayores a casarse de nuevo, mientras que en otras, las mujeres mayores que viven solas pueden ser acusadas de brujería. Esto muestra la necesidad de que los sistemas de salud primaria y los servicios sociales estén bien equipados para identificar y tratar el maltrato a los ancianos.
En conclusión, la protección de las personas mayores en situaciones de emergencia requiere un enfoque global y multifacético que respete sus derechos y dignidad. Las Naciones Unidas y sus asociados están comprometidos a asegurar que ningún anciano se quede atrás, especialmente en tiempos de crisis, reafirmando así nuestro compromiso colectivo con una sociedad más justa e inclusiva.
17/6/2024