La región del Sahel enfrenta una grave crisis humanitaria, con aproximadamente 33 millones de personas que requieren asistencia y servicios de protección para sobrevivir, según informes de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA). Este jueves, OCHA destacó que para cubrir las necesidades más urgentes de casi 21 millones de personas en países como Burkina Faso, el norte de Camerún, Chad, Mali, Níger y algunos estados de Nigeria, se necesitan 4700 millones de dólares durante el año 2024.
Los conflictos, la violencia, la inseguridad y los efectos del cambio climático están devastando la vida de millones en esta vasta región africana. La situación se deteriora rápidamente y puede empeorar aún más si no se aseguran los recursos necesarios para llevar a cabo las operaciones humanitarias y apoyar a las comunidades más vulnerables.

A pesar de la urgencia, los planes de respuesta humanitaria para los seis países del Sahel han recibido solo el 40% del financiamiento solicitado. Sin los fondos adecuados, 16,7 millones de personas enfrentarán dificultades alimentarias, especialmente durante la temporada de escasez entre junio y agosto.
La inseguridad ha forzado el cierre de más de 1,200 centros de salud y ha impedido que más de dos millones de niños accedan a la educación. Además, la región alberga a dos millones de refugiados y solicitantes de asilo, y a 5,6 millones de desplazados internos, muchos de los cuales han sido desplazados varias veces.
Charles Bernimolin, responsable de la oficina regional de OCHA, subrayó la «extraordinaria» labor de los trabajadores humanitarios en el Sahel, quienes operan en condiciones extremadamente difíciles. Sin embargo, advirtió que, sin recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas, las múltiples crisis seguirán empeorando y se extenderán, lo que erosiona la resiliencia de las comunidades y pone en riesgo la vida de los más vulnerables.
La protección de la vida y los derechos humanos fundamentales es ahora la prioridad más urgente, junto con la dignidad de las personas afectadas. Mujeres, niños y personas con necesidades especiales son especialmente vulnerables en este contexto crítico. La crisis humanitaria en el Sahel también tiene repercusiones más allá de sus fronteras. La inestabilidad y la violencia han empujado a los civiles a buscar refugio en países vecinos. Benín, Costa de Marfil, Ghana y Togo actualmente acogen a más de 123,000 refugiados y solicitantes de asilo, mientras que en Mauritania residen más de 128,000.
En 2023, los esfuerzos de los socios humanitarios lograron proporcionar asistencia vital y servicios de protección a más de 15,6 millones de personas en el Sahel, pero las necesidades continúan superando los recursos disponibles. La comunidad internacional enfrenta el desafío de responder efectivamente a esta crisis prolongada y cada vez más compleja, subrayando la necesidad imperiosa de un compromiso renovado y reforzado para apoyar a los afectados en el Sahel.
7/6/2024