Miles de estudiantes en España se preparan para enfrentar una de las etapas más decisivas de su vida académica: las pruebas de acceso a la universidad, conocidas en varias regiones como EBAU, EvAU, entre otras denominaciones. Este año, la convocatoria, que comienza este lunes, no solo marca el último año con la estructura de examen actual, sino que también introduce opciones significativas en las materias de examen, permitiendo a los estudiantes elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía como troncales.
Este cambio es particularmente notable, ya que no aumenta la cantidad de pruebas, pero sí ofrece una mayor flexibilidad en la elección de asignaturas que pueden definir el futuro académico del estudiante. Adicionalmente, para aquellos que desean mejorar su nota de admisión, existe la posibilidad de examinarse de al menos dos materias adicionales, bien sean de modalidad de 2º de Bachillerato o una combinación de una materia de modalidad y la materia troncal que no eligieron inicialmente.
El inicio de las pruebas verá a los estudiantes de La Rioja y de la Comunidad de Madrid tomar la iniciativa, seguidos por el grueso de las comunidades autónomas a partir del 4 de junio. Este año, además, se mantiene el formato de examen implementado en 2020, una adaptación al contexto de la pandemia que ofreció más opciones en las preguntas de las pruebas, facilitando un poco el proceso para los estudiantes durante esos tiempos turbulentos.
La estructura de las pruebas sigue siendo rigurosa, con cada examen durando 90 minutos y un intervalo mínimo de 30 minutos de descanso entre cada uno. Este formato está diseñado para evaluar no solo el conocimiento adquirido durante el bachillerato, sino también competencias como el pensamiento crítico y la capacidad de aplicar lo aprendido, aspectos que han cobrado mayor importancia con la aprobación de la Ley Celaá en 2021.
Esta ley, que introduce un enfoque más competencial en la enseñanza, está alineada con las modificaciones curriculares del bachillerato y predice cambios más significativos en las pruebas de acceso a la universidad que se implementarán gradualmente hasta 2028. A partir de 2025, aspectos como la coherencia, la cohesión, y la corrección gramatical, léxica y ortográfica contarán para un 10% de la nota en la nueva EBAU, lo que subraya la importancia de las habilidades de expresión y presentación en el examen.
Los exámenes de este año incluyen preguntas que se contextualizan en entornos familiares para los estudiantes, con situaciones personales, escolares y sociales que requieren respuestas que demuestran madurez y reflexión. Este enfoque pretende evaluar la capacidad de los estudiantes para pensar de manera crítica y aplicar sus conocimientos en situaciones prácticas, más allá de la simple memorización.
Con la aprobación de nueve de cada diez estudiantes en años anteriores, la presión está puesta tanto en los alumnos como en el sistema educativo para mantener o mejorar estas estadísticas. Sin embargo, el verdadero desafío radica en preparar a los estudiantes para que no solo pasen las pruebas, sino que también prosperen en sus futuros estudios universitarios y más allá.
A medida que España se prepara para esta nueva fase de exámenes, los estudiantes, educadores y administradores están a la espera de cómo estos cambios influirán en la preparación para la universidad y la propia experiencia universitaria. Esta convocatoria no solo determinará el futuro de miles de jóvenes sino que también será un indicativo del éxito de las reformas educativas recientes en preparar a los estudiantes para los desafíos del mundo moderno.
03/06/2024