La administración de Joe Biden ha otorgado permiso a Ucrania para utilizar armamento estadounidense en ataques específicos dentro de territorio ruso, cerca de la región de Járkov, según confirmó un funcionario estadounidense a EFE, citando fuentes del diario El Obrero. Esta medida permite a Ucrania llevar a cabo contraataques contra fuerzas rusas que estén atacando o preparándose para atacar desde esa área.
Esta decisión es un cambio significativo en la política estadounidense y responde a las recientes solicitudes de Ucrania, tras la intensificación de los ataques rusos en Járkov. Ucrania podrá emplear armamento como cohetes y lanzacohetes para derribar misiles rusos o repeler ataques de bombarderos, pero sigue prohibido el uso de misiles balísticos de largo alcance ATACMS y ataques contra infraestructura civil.

El Secretario de Estado Antony Blinken y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, han insinuado que la política de EE.UU. podría adaptarse según las circunstancias. Esto sigue a las declaraciones de aliados clave como el Reino Unido y Francia, que han expresado que Ucrania debería tener el derecho a defenderse con armas occidentales dentro de Rusia.
Este cambio de política ha provocado críticas de Rusia, que acusa a la OTAN de intensificar las tensiones y de entrar en una nueva fase de escalada al apoyar estos ataques. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha destacado que este enfoque consciente por parte de los miembros de la OTAN aumenta el riesgo de confrontación directa.
A pesar del apoyo de algunos países, no todos los miembros de la OTAN están de acuerdo con esta medida. El primer ministro belga, Alexander De Croo, ha especificado que los aviones de combate F-16 entregados a Kiev no deben ser utilizados para operaciones en territorio ruso, reflejando una falta de unanimidad en el bloque aliado sobre el alcance del apoyo militar a Ucrania.
31/5/2024