El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la ley de amnistía para los encausados por el proceso independentista catalán, marcando un hito en la política española como la primera ley de amnistía desde la instauración de la Constitución de 1978. Esta ley, que afectará a aproximadamente 400 personas, incluidos al menos 90 policías, tiene como principal beneficiario a Carles Puigdemont, el ex presidente de la Generalitat de Cataluña.
La aprobación de la ley se produce en un contexto especialmente tenso, tras un periodo de profunda división política en España. La normativa fue propuesta por el PSOE y ha contado con el apoyo crucial de los partidos independentistas catalanes Junts y ERC, que condicionaron su respaldo al gobierno de Pedro Sánchez a la adopción de esta controvertida medida. «Hoy no se perdona, hoy se gana», declaró Míriam Nogueras, diputada de Junts, destacando el significado político de la ley para el movimiento independentista.
El proceso de aprobación no ha estado exento de controversias y críticas. La ley ha sido objeto de un intenso debate en las Cortes y se prevé que sea recurrida ante el Tribunal Constitucional (TC) y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Los detractores de la ley, incluidos los partidos de la oposición como el PP y Vox, han criticado duramente la medida, considerándola una concesión excesiva que podría socavar la integridad del Estado español.
La sesión en el Congreso fue tensa, con debates acalorados y una fuerte presencia policial. La aprobación final se logró pese al veto impuesto por el Senado, gracias a la mayoría absoluta de los partidos de izquierda y nacionalistas en la cámara baja.
La ley de amnistía es vista por muchos como una herramienta para facilitar una resolución más amplia del conflicto catalán, que ha marcado profundamente la política española en la última década. Gabriel Rufián de ERC describió la jornada como «un día histórico» y una «primera derrota del régimen del 78», en referencia al año en que España adoptó su actual Constitución democrática.
El gobierno de Sánchez espera que la ley ayude a normalizar las relaciones institucionales y políticas en Cataluña, especialmente tras las elecciones catalanas donde los partidos independentistas vieron reducido su apoyo. No obstante, los independentistas ya están mirando hacia el futuro, con el referéndum sobre la independencia de Cataluña como su próximo objetivo claro.
En resumen, la aprobación de la ley de amnistía representa un momento crucial en la política española, con potenciales implicaciones de largo alcance tanto para España como para sus relaciones con Cataluña.
30/05/2024