La situación de salud en Haití, ya crítica, se ve ahora al borde del colapso debido a la violencia continuada de las pandillas en Puerto Príncipe, según informa el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). El conflicto ha exacerbado la vulnerabilidad de los hospitales haitianos, con seis de cada diez apenas funcionales y enfrentando serias dificultades para mantener suministros médicos esenciales.
Los vuelos de carga y operaciones portuarias, vitales para la importación de insumos sanitarios, se ven severamente limitados y sujetos a constantes retrasos. Esto ha causado un estrangulamiento en las cadenas de suministro que, de no resolverse, podría resultar fatal para el ya frágil sistema de salud del país.
El representante de UNICEF en Haití, Bruno Maes, destaca que además de la violencia, desplazamientos masivos y enfermedades epidémicas, la creciente desnutrición está llevando el sistema de salud a una situación límite. Ha reportado un alarmante incremento en la admisión de niños desnutridos en hospitales como el Justinien de Cap Haitien.
Con más de 160,000 residentes desplazados solo en Puerto Príncipe, y una población en riesgo tanto de traumas físicos como de enfermedades transmisibles, la urgencia de actuar es más crítica que nunca. Las enfermedades como el cólera están en aumento, con 82,000 casos reportados entre octubre de 2022 y abril de 2024, y se anticipa un empeoramiento con la llegada de la temporada de lluvias.
Frente a esta crisis, UNICEF está colaborando con el Ministerio de Salud y socios internacionales para establecer rutas alternativas de suministro, logrando entregar 38 toneladas de suministros médicos vitales a través de un puente aéreo desde Panamá, facilitado por la Unión Europea.
23/5/2024