Durante la sesión del Congreso de hoy, entre continuos insultos e insistencia en llevar toda la temática de la sesión a la cuestión -sin resolver- de la esposa de Sánchez, se ha discutido especialmente sobre la cuestión de Gaza. A pesar de la insistencia de la oposición en hablar de la vida privada de Begoña Gómez, algunos temas se han puesto sobre el hemiciclo. La propuesta del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de reconocer a Palestina como Estado ha generado diversas reacciones entre los partidos políticos y la opinión pública. Durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados, Sánchez anunció que el Consejo de ministros aprobará el reconocimiento el próximo 28 de mayo, destacando que esta decisión se ha consensuado entre los partidos del gobierno de coalición y refleja el sentir mayoritario de la sociedad española.

Esta medida ha sido especialmente controversial y ha provocado reacciones variadas en el espectro político. Por un lado, partidos como ERC y EH Bildu han exigido medidas aún más firmes, como el cierre de relaciones diplomáticas y la embajada con Israel, alegando que el reconocimiento de Palestina debería acompañarse de acciones más decisivas contra lo que consideran políticas agresivas de Israel.
En contraste, el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, ha defendido la postura de Israel, describiéndolo como un país democrático y criticando la decisión del gobierno español como un error diplomático. Por su parte, el Partido Popular, a través de su líder Alberto Núñez Feijóo, ha evitado una postura firme sobre el reconocimiento en sí y ha centrado su crítica en la necesidad de resolver primero la situación de los rehenes y los conflictos activos antes de proceder con reconocimientos estatales.
La posición de España en este asunto también ha resonado en la arena internacional, con algunos países aplaudiendo la decisión y otros criticándola. La medida se percibe como un gesto simbólico significativo que busca fomentar la paz y la estabilidad en la región, aunque también como un posible catalizador de tensiones adicionales, especialmente con aquellos que ven este movimiento como un respaldo indirecto a grupos como Hamás.
La respuesta del gobierno israelí no se ha hecho esperar. El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, ha expresado su descontento mediante declaraciones contundentes, acusando a España de dar una «medalla de oro a Hamás» y anunciando la llamada a consultas de su embajadora en España, así como la convocatoria de la embajadora española en Israel. Katz ha enfatizado que la decisión española envía un mensaje peligroso que podría interpretarse como un apoyo al terrorismo y ha advertido sobre las graves consecuencias que esto podría tener para las relaciones diplomáticas y la seguridad regional.
Esta serie de eventos destaca las complicadas dinámicas internacionales y los desafíos que enfrentan los países al intentar equilibrar las relaciones diplomáticas con los principios éticos y políticos. El anuncio de Sánchez ha puesto de manifiesto la división de opiniones tanto a nivel nacional como internacional, y es probable que sus repercusiones continúen influyendo en la política española y en las relaciones exteriores de Europa con Oriente Medio en el futuro cercano.
22/5/2024