El té, proveniente de la planta Camellia sinensis, es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua. Originario de Asia, con registros de consumo en China de hace 5000 años, el té ha sido fundamental tanto cultural como económicamente, especialmente en países en desarrollo. En estos países, el cultivo del té es una fuente principal de ingresos y empleo, especialmente en zonas rurales y desfavorecidas, jugando un rol crucial en el desarrollo rural y la lucha contra la pobreza.
Además de su importancia económica, el té ofrece numerosos beneficios para la salud, incluyendo antioxidantes que pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas. El Día Internacional del Té también resalta el papel de las mujeres en la industria, desde la cosecha hasta la taza, promoviendo la igualdad de género y la sostenibilidad de la producción.

La industria del té contribuye a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluyendo la reducción de la pobreza, el combate al hambre, el empoderamiento de las mujeres, y la sostenibilidad de los ecosistemas terrestres. Sin embargo, el cambio climático presenta desafíos significativos, afectando los rendimientos, la calidad del té y amenazando los medios de vida de los agricultores. Se requieren esfuerzos de adaptación y mitigación para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de la industria del té.
Beber té, entonces, es más que disfrutar de una bebida; es participar en una cadena global de beneficios culturales, económicos, sociales y ambientales, apoyando prácticas sostenibles y un estilo de vida saludable.
Pero, el té verde marroquí, se lleva la palma de oro. Es un icono de hospitalidad y cultura en Marruecos, se destaca entre las variedades más consumidas en España, tras el té negro y los tés aromatizados. En el marco del Día Internacional del Té, aprovechamos para sumergirnos en la tradición y las particularidades de esta infusión que va más allá de ser simplemente una bebida: es un gesto de bienvenida, un momento de socialización y una antigua costumbre que perdura en el tiempo.
- Origen Cultural Profundo:
El té verde marroquí no es solo una bebida, sino una parte integral de la cultura marroquí. Servir té es un acto de hospitalidad y respeto, realizado con una ceremonia que implica la preparación meticulosa del té en presencia de los invitados. - Método Tradicional de Preparación:
La preparación del té verde marroquí es casi un arte. Comienza con la infusión de té verde, generalmente de tipo gunpowder, al que se añaden grandes cantidades de menta fresca y azúcar. La mezcla se vierte desde lo alto para crear espuma, aumentando así el sabor y la experiencia visual. - Un Símbolo de Hospitalidad:
En Marruecos, rechazar una taza de té verde ofrecida es considerado un gesto de descortesía. El té se sirve típicamente tres veces a los invitados, y cada taza tiene su significado, simbolizando la vida, el amor y la muerte. - Beneficios para la Salud:
El té verde marroquí combina los beneficios del té verde con los de la menta. Es conocido por sus propiedades antioxidantes, su capacidad para mejorar la digestión y su efecto refrescante, ideal para los climas cálidos de Marruecos. - Variedad y Adaptaciones:
Aunque la receta tradicional es sumamente popular, en la actualidad existen variantes que incorporan otras hierbas y especias como la verbena, el poleo y el ajenjo, ofreciendo una paleta de sabores que se adapta a los gustos modernos sin alejarse demasiado de la tradición.
21/5/2024