Según fuentes del diario El Obrero, el impacto del 12M, marcado por un declive que empezó después del éxito en las generales de abril de 2019, ha llevado a ERC a un proceso de reinvención. Pere Aragonès se prepara para dejar la primera línea política, mientras Oriol Junqueras se muestra dispuesto a seguir liderando el partido, que preside desde 2011.
La transformación de Esquerra es crucial tanto para la política catalana como para la española. Los republicanos poseen una llave que podría hacer de Salvador Illa el presidente de la Generalitat y, con otra, siete votos clave en el Congreso para mantener al Gobierno de Pedro Sánchez.

El futuro del Ayuntamiento de Barcelona también podría depender de las decisiones de ERC. Según fuentes consultadas por la agencia EFE, estaba previsto que el partido entrara en el gobierno municipal de Jaume Collboni tras la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, que finalmente fueron rechazados por el Parlament.
Tras obtener los peores resultados desde 2010 en las últimas elecciones catalanas —20 diputados, 13 menos que en 2021—, todos en el partido reconocen que es momento de reflexionar. Desde la llegada de Junqueras al frente, ERC ha disfrutado de una paz interna que podría estar en peligro.
Marta Rovira, en el exilio desde 2018 y procesada ese año por rebelión, habría sido el relevo natural de Junqueras. Sin embargo, su ausencia forzada llevó a Aragonès a ocupar el puesto, siendo protegido de posibles imputaciones durante la preparación del referéndum del 1-O.
Junqueras, aunque aún inhabilitado para cargos públicos a la espera de que la amnistía surta efecto, ha manifestado su disposición a continuar al frente de la formación. Sin embargo, dentro del partido se debate si es momento de cambiar las caras visibles de los sucesos de octubre de 2017.
Algunas voces señalan que Rovira, al igual que Carles Puigdemont, podría presentarse a elecciones. Otras apuntan hacia Roger Torrent como posible liderazgo emergente. Después del descalabro electoral, se prevé que el escenario se clarifique probablemente en un congreso nacional extraordinario, cuya fecha dependerá, entre otros factores, de si hay repetición electoral en Cataluña.
La utilización que ERC haga de la llave de la investidura catalana podría tensar las relaciones internas del partido. Los primeros ecos de un debate delicado ya han surgido, con voces como la del ex portavoz en el Congreso, Joan Tardà, abogando por facilitar la investidura de Illa para evitar nuevos comicios. En contraste, un sector crítico exige la dimisión de toda la dirección, incluido Junqueras, tras el desplome electoral.
15/5/2024