En un informe alarmante, Amnistía Internacional (AI) ha acusado a China de llevar a cabo una campaña de «represión transnacional» contra estudiantes chinos y de Hong Kong que residen en el extranjero según ha reaccionado el diario El Obrero. Esta campaña busca inhibir su participación en actividades políticas consideradas «sensibles» por el gobierno chino.
El informe, que recoge testimonios de 32 estudiantes en países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Países Bajos y Reino Unido, revela un patrón de intimidación que afecta profundamente la vida de los afectados. «Los testimonios reunidos pintan un panorama escalofriante de cómo China intenta silenciar a estos estudiantes a miles de kilómetros de distancia, infundiéndoles un persistente miedo», comentó Sarah Brooks, directora de AI para China.

De los entrevistados, un tercio afirmó que las autoridades chinas habían llegado a acosar a sus familias en China para desalentar su participación en protestas en el extranjero, con amenazas que incluían la revocación de pasaportes y restricciones de movilidad. Cerca de la mitad de los estudiantes también cree haber sido vigilados durante sus actividades en el extranjero, con informes de ser fotografiados o grabados en manifestaciones.
«China ha perfeccionado estrategias de represión de los derechos humanos de sus estudiantes donde quiera que estén», añadió Brooks. «La vigilancia y la presión sobre sus familiares en China son tácticas diseñadas para controlar a sus ciudadanos globalmente».
Esta vigilancia ha llevado a más de la mitad de los estudiantes a autocensurarse, limitando sus discusiones y publicaciones en línea, así como su participación en eventos sociales y académicos por miedo a represalias. El impacto emocional es considerable, con más de la mitad reportando problemas de salud mental y algunos llegando a romper contacto con sus familias para protegerlas.
El fenómeno descrito en el informe de AI como «represión transnacional» busca silenciar y controlar la disidencia y las críticas de los ciudadanos chinos en el extranjero, constituyendo una grave violación de los derechos humanos, según el organismo.
Ante esta situación, AI insta a los gobiernos y universidades en países de acogida a adoptar medidas para proteger a estos estudiantes, incluyendo la educación sobre sus derechos, la creación de mecanismos de denuncia de actos represivos y la condena pública de estos incidentes. La embajada china en el Reino Unido ha respondido reiterando que los estudiantes deben respetar las leyes locales y contribuir positivamente a sus comunidades de acogida, aunque sin abordar directamente las acusaciones del informe.
13/5/2024