La Asamblea General de las Naciones Unidas, en una votación llevada a cabo el 10 de mayo, decidió ampliar los derechos de Palestina dentro del organismo internacional, a pesar de mantener su estatus de observador y no otorgarle la membresía completa como estado. Esta resolución fue apoyada por una abrumadora mayoría de 143 votos a favor, con solo nueve votos en contra y 25 abstenciones. La decisión se produce tras el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad que bloqueó la membresía plena de Palestina.
Según fuentes comunicadas a El Confidencial por la agencia EFE, la resolución, copatrocinada por países como España, Irlanda, Noruega y Bélgica, aumenta significativamente el peso diplomático de Palestina, aunque sin conceder derechos de voto ni la posibilidad de presentarse a organismos como el Consejo de Seguridad. Además, la Asamblea ha recomendado que el Consejo de Seguridad reconsidere la situación de Palestina, conforme al artículo 4 de la Carta de la ONU.

Durante la sesión, el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, destacó la importancia histórica del voto, afirmando que refleja un reconocimiento global hacia la existencia y las aspiraciones de Palestina. Por otro lado, el embajador israelí, Gilad Erdan, criticó duramente la resolución, llegando a realizar un acto simbólico al triturar una copia de la carta fundacional de la ONU, argumentando que la resolución podría favorecer a elementos extremistas como Hamás.
La tensión en la Asamblea refleja las profundas divisiones internacionales sobre el estatus de Palestina y la compleja geopolítica del conflicto israelí-palestino. A pesar de los avances diplomáticos que supone esta resolución, la situación en el terreno sigue siendo incierta, con debates continuos sobre cómo avanzar hacia una solución pacífica y duradera.
11/5/2024