En un dramático giro de los acontecimientos, desde que las fuerzas israelíes tomaron control del cruce fronterizo de Rafah el 7 de mayo, el acceso a ayuda humanitaria en la franja de Gaza ha sufrido un parón significativo. Este estratégico paso entre Gaza y Egipto ha sido bloqueado, lo que ha provocado una crisis humanitaria inmediata, al restringir severamente la entrada de suministros esenciales.
La situación ha alcanzado un punto crítico, con las fuerzas israelíes estableciendo posiciones en un radio de un kilómetro alrededor del cruce, lo cual ha impedido el tránsito de convoyes de ayuda. Aunque se ha reportado que Israel ha reabierto el cruce de Kerem Shalom, un punto fronterizo cercano en su propio territorio, la cantidad de camiones que han pasado por allí no ha sido especificada.

Las consecuencias de este bloqueo son alarmantes. El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha reportado la pérdida de acceso a su principal almacén de alimentos en Gaza, desde donde distribuía provisiones a la población. «Es una situación desesperada», expresó el jefe del Bureau de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Andrea De Domenico. «Con tanques israelíes por doquier y operaciones de bombardeo continuas al este de Rafah, es prácticamente imposible recuperar combustible o suministros básicos», agregó.
La escasez de combustible está obligando a los trabajadores humanitarios a racionar severamente, poniendo en riesgo el funcionamiento de generadores eléctricos esenciales, especialmente en centros médicos y hospitales. «Nos enfrentamos a un desastre total si no se permite la entrada de combustible pronto», alertó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. «Las incubadoras para bebés prematuros se quedarán sin energía, familias enteras podrían deshidratarse o consumir agua no potable, y los desbordamientos de alcantarillado podrían propagar enfermedades».
Este severo bloqueo ha llevado a la ONU a estimar que cerca de ochenta mil palestinos han tenido que desplazarse hacia el norte a través de rutas peligrosas, huyendo de la intensificación del conflicto. Mientras tanto, el ejército israelí, que busca vaciar parte de Rafah para avanzar, ha anunciado un número aún mayor de desplazados: ciento cincuenta mil personas.
Este escenario refleja no solo una grave crisis humanitaria, sino también el complicado entramado diplomático y militar que caracteriza el conflicto prolongado en la región. (Le Monde)
10/5/2024