El Gobierno de Joe Biden enfrenta un reto diplomático crítico mientras concluye un informe crucial para el Congreso, que determinará si Israel ha infringido el derecho internacional humanitario durante el prolongado conflicto en Gaza. Este informe no solo podría influir en la política exterior estadounidense, sino también intensificar las divisiones internas sobre el apoyo continuo a Israel.
El análisis, que ha sido motivo de intensas discusiones dentro del Departamento de Estado, evalúa si las armas proporcionadas por Estados Unidos han sido utilizadas por Israel de manera que viole las leyes internacionales. Esto incluye un escrutinio sobre la posible obstrucción por parte de Israel en la entrega de ayuda humanitaria estadounidense a Gaza.

Durante los últimos siete meses de guerra, la situación en Gaza ha llegado a un punto crítico, especialmente con la posible incursión en la ciudad de Rafah, que ha sido desaconsejada por Biden al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Además, la falta de progreso en negociaciones para un alto el fuego y la liberación de rehenes añade más presión sobre este delicado equilibrio diplomático.
El secretario de Estado, Antony Blinken, tiene un plazo apremiante para informar al Congreso sobre la credibilidad de las garantías israelíes respecto al uso conforme de armamento estadounidense en el conflicto. Este informe se espera con impaciencia en el Capitolio, aunque ya se anticipa un posible retraso en su entrega.
Este documento tiene el potencial de cambiar el curso de la ayuda militar estadounidense a Israel, dependiendo de sus conclusiones sobre el cumplimiento o violación de Israel del derecho internacional. A medida que crece la tensión, tanto dentro de Estados Unidos como en la escena internacional, la administración Biden se encuentra en una encrucijada que podría redefinir su relación con Israel y su postura en el conflicto de Medio Oriente.
8/5/2024