El atún, un alimento apreciado por su valor nutricional, se ha convertido en un elemento común en muchas cocinas, especialmente durante la pandemia. Su carne es rica en Omega-3, minerales, proteínas y vitamina B12, lo que lo hace muy valioso para la alimentación humana. Sin embargo, este éxito también ha llevado a una creciente amenaza debido a la alta demanda. Aproximadamente el 33,3% de las poblaciones de las siete principales especies de atún están en niveles insostenibles.
Reconociendo esta problemática, la Asamblea de las Naciones Unidas instituyó el 2 de mayo como el Día Mundial del Atún para resaltar la importancia de su gestión sostenible y conservación. Desde 2017, esta fecha busca crear conciencia sobre la necesidad de proteger las poblaciones de atún, un recurso vital para el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria y las economías locales.

Cada año, se descargan más de 7 millones de toneladas de atún y especies afines, lo que representa el 20% del valor de la pesca marítima y el 8% de los productos del mar a nivel mundial. Esto demuestra la importancia del atún para la economía pesquera y el empleo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido que la demanda de atún sigue siendo alta y que la capacidad de las flotas pesqueras es excesiva, lo que requiere una gestión efectiva para restaurar las poblaciones sobreexplotadas.
La disminución de las reservas de atún debido a la sobrepesca hace necesario un marco legal internacional, como la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. La comunidad internacional ha respondido con medidas como un Código de Conducta para la pesca sostenible y acuerdos para proteger las reservas pesqueras.
Aunque el atún enfrenta amenazas, hay motivos para ser optimistas en la lucha por su conservación.
2/5/2024