La campaña para las elecciones catalanas ha empezado de manera turbulenta tras la reciente «reflexión» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha sido criticada por líderes independentistas como un gesto de «puro electoralismo». Sánchez, quien ha decidido continuar al frente del Gobierno con «más fuerza», se lanzará de lleno a la campaña este jueves en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), respaldando al candidato del PSC, Salvador Illa. Este acto marcará su primera intervención en un mitin desde que hizo su aparición sorpresa en la Feria de Abril de Barcelona junto a Illa.
Antes de su periodo de reflexión, durante el cual canceló su agenda para meditar sobre su futuro político, Sánchez había planeado participar en cinco mítines del PSC, aunque tuvo que suspender su participación en los dos primeros. Con el dilema resuelto, ahora se prepara para intensificar su presencia en la campaña, incluyendo eventos en Montmeló y el acto de cierre en Barcelona el próximo 10 de mayo.

Las críticas hacia Sánchez han sido especialmente agudas por parte de los partidos independentistas ERC y Junts, cuyos líderes, Pere Aragonès y Carles Puigdemont, han acusado al presidente de manipular la situación política para influir en las elecciones catalanas del 12 de mayo. ERC ha descrito la reflexión de Sánchez como una «comedia» y un «acto electoral», mientras que Junts ha denunciado la conducta de Sánchez como una «grave irresponsabilidad» y «tacticismo electoral».
Este contexto de tensiones políticas y críticas recíprocas pone de relieve la complejidad del escenario político en Cataluña, que es crucial no solo para los resultados electorales, sino también para la estabilidad parlamentaria del gobierno de Sánchez. A medida que avanza la campaña, el apoyo de ERC y Junts en el Congreso se muestra como un factor decisivo para el futuro político del presidente, especialmente en una legislatura marcada por alianzas inestables y una aritmética parlamentaria complicada.
1/5/2024