Según las últimas Perspectivas Económicas de la OCDE, se espera que el crecimiento del PIB mundial se mantenga estable en un 3.1 % en 2024, igualando el nivel del año anterior. Posteriormente, en 2025, se prevé que aumente ligeramente a un 3.2 %. Así pues, a pesar del impacto de las políticas monetarias restrictivas, especialmente en los mercados de vivienda y crédito, la actividad global muestra resiliencia, con una inflación en descenso y una mayor confianza del sector privado, según el informe presentado en París.
En este sentido, la tasa de desempleo en la zona de la OCDE se mantuvo en un 4.9 % en febrero, cerca de mínimos históricos, y los ingresos reales están aumentando en varios países, con una moderación en la inflación y un crecimiento positivo en el comercio internacional.

Asimismo, se espera que la inflación en la zona de la OCDE disminuya gradualmente, pasando del 6.9 % en 2023 al 5 % en 2024 y al 3.4 % en 2025, gracias a políticas monetarias más estrictas y una menor presión sobre los precios.
En cuanto a las previsiones de crecimiento, la expectativa es que Estados Unidos crezca un 2.6 % en 2024 y un 1.8 % en 2025, mientras que la eurozona se recupera gradualmente con un crecimiento del 0.7 % en 2024 y del 1.5 % en 2025.
Con esto, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, recomienda una reducción sostenible de la inflación y políticas fiscales responsables para abordar las crecientes tensiones en las finanzas públicas.
02/05/2024