La catástrofe ha golpeado duramente a Kenia, especialmente al noroeste de Nairobi, donde la rotura de una presa en la localidad de Mai Mahiu, en el condado de Nakuru, ha provocado una devastadora inundación que hasta el momento ha dejado un saldo de al menos 45 personas fallecidas. Este suceso se suma a una serie de incidentes mortales causados por las intensas lluvias torrenciales que han azotado al país durante la estación húmeda.
La gobernadora local, Susan Kihika, informó inicialmente de 42 muertes, cifra que ha aumentado mientras continúan las operaciones de rescate. «Hay otras personas atrapadas en el barro a las que estamos intentando encontrar», declaró Kihika, evidenciando la crítica situación en la región. Los equipos de rescate trabajan incansablemente en busca de más desaparecidos, temiéndose que el número de víctimas pueda aumentar en las próximas horas.

El desastre ha afectado severamente la infraestructura local, con casas arrasadas y carreteras sumergidas, ahora cerradas al tráfico. Este trágico evento eleva a 120 el número total de víctimas mortales de la temporada de lluvias, que se extiende de marzo a mayo.
La situación se agrava con el reporte de la Cruz Roja keniana, que ha recuperado dos cuerpos tras el vuelco de una embarcación en el río Tana, en el este de Kenia, durante el fin de semana. El incidente, capturado en videos que circulan por internet, muestra el momento en que el barco, abarrotado de pasajeros, se hunde mientras los ocupantes gritan desesperados. Afortunadamente, veintitrés personas fueron rescatadas en este incidente.
Además, las lluvias han causado estragos en el sector educativo, con la desaparición reportada de 49 estudiantes de una escuela secundaria femenina en Ngeya, en Mai Mahiu. Aunque 109 personas han sido rescatadas y trasladadas a hospitales locales, la comunidad permanece en vilo mientras la búsqueda continúa.
El Gobierno keniano, anticipando más adversidades, instó a la población a prepararse para lluvias aún más intensas y ha actualizado el balance de las inundaciones, que ya ha cobrado 76 vidas desde marzo. Las autoridades vinculan la severidad de las lluvias a El Niño, un fenómeno climático que también afectó a la región en noviembre de 2019 con resultados igualmente destructivos.
Este episodio de lluvias y el colapso de infraestructuras no es exclusivo de Kenia; otros países de África Oriental, incluyendo Tanzania, también sufren las consecuencias de estas condiciones meteorológicas extremas, con más de 150 fallecidos reportados en Tanzania debido a tormentas relacionadas con El Niño.
La comunidad internacional observa con preocupación mientras Kenia enfrenta estos desafíos, ofreciendo apoyo y asistencia en un momento en que la resiliencia del país es puesta a prueba por la naturaleza.
30/4/2024