El zajal (en árabe: زجل) es una forma tradicional de poesía oral estrófica recitada en un dialecto coloquial (notablemente en uno de los muchos dialectos del árabe) con raíces antiguas en varias culturas del Mediterráneo. Para algunos especialistas (Dámaso Alonso, 1964) el zéjel se sitúa entre las derivaciones de las moaxajas; es una forma popular de la literatura árabe, que se dice inventada por un poeta de Cabra, Mocádem bem Moafa, que murió hacia 920.
Entre otras características que presenta, está la de hallarse escrita en árabe dialectal con mozarabismos léxicos, y la forma métrica más general es el juego de rimas xx aa:ax… Una importante alternancia de códigos lingüísticos que la arqueología filológica debería tener en mayor consideración.
Esta misma forma, pero sin estribillo, se encuentra en los más antiguos poetas provenzales; y completa, se halla en poesías de la Francia del Norte y de Italia, y también en España (Lope de Vega o Juan de Linares entre muchos otros) en donde perdura hasta el siglo XVII, usada en poemas amorosos con un tinte popular o para asuntos religiosos y satíricos. Vrg:
_Corazón, sigue tu vía,_
_Que yo seguiré la mía_,
Corazón, yo te despido
De cuanto bien te he querido;
Pésame el que te he servido,
Y más del que serviría.
_Corazón, sigue tu vía_,
_Que yo seguiré la mía_.
Corazón desmesurado,
Contra mí te has rebelado;
Anda, desatinado,
Busca otra compañía.
_Corazón, sigue tu vía_,
_Que yo seguiré la mía. (…)_
Flor de Enamorados, Juan de Linares
Muhammad ibn Abd al-Malik ibn Quzman (en árabe: محمد بن عبد الملك بن قزمان), más conocido simplemente como Ibn Quzman o Ibn Quzmán (ابن قزمان) y en ocasiones también por la hispanización Abén o Abán Quzmán, fue un famoso poeta andalusí, nacido en Córdoba hacia 1078 y muerto en la misma ciudad en 1160, conocido por sus peculiares zéjeles escritos en árabe coloquial andalusí. Su Diwan o Cancionero contiene 149 zéjeles. El arabista Stern los dividió en dos clases:
• Los zéjeles moaxajeños, que son poemas de entre cinco y siete estrofas en todo similares a las moaxajas ( temas, forma,jarcha) salvo por el hecho de estar escritos en lengua coloquial en vez de en árabe clásico. Constituyen una tercera parte del Diwan.
• Los zéjeles propiamente dichos, sin límite de estrofas, de temas diversos, y que constituyen los dos tercios restantes.
*Zajal libanés*
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En la actualidad, el zajal está muy vivo en el Magreb, en el Levante, particularmente en el Líbano y Palestina, donde los profesionales del zajal pueden alcanzar altos niveles de reconocimiento y popularidad.
El zajal libanés es una forma semiimprovisada, semicantada de poesía, declamada en el dialecto árabe coloquial libanés. Sus raíces pueden ser tan antiguas como la poesía árabe preislámica, pero manifestaciones similares del zajal se pueden rastrear hasta el siglo X-XII en la España morisca (Al-Ándalus), y específicamente al poeta coloquial Ibn Quzman (Córdoba, 1078-1160), tal y como hemos narrado más arriba.
El zajal tiene estrechos vínculos en prosodia, entrega, forma y espíritu con varias tradiciones de poesía coloquial semi-cantada, incluyendo tradiciones aparentemente dispares como la poesía Nabati de Arabia y los trovadores de Provenza. Muchas culturas del Cercano Oriente, Arabia y el Mediterráneo (incluyendo Grecia, Italia, Argelia, Marruecos, España y el sur de Francia) han tenido, o todavía tienen, ricas tradiciones. Estas son en poesía coloquial semiimprovisada y semicantada, y comparten algunos rasgos con el zajal libanés, como el duelo verbal (por ejemplo, el jeu parti de los trovadores), el uso de panderetas u otros instrumentos de percusión minimalistas, y un coro de hombres (Reddadi, en libanés) que repiten versos clave o estribillos recitados por los poetas. Ha sido llevado a la UNESCO, como patrimonio perdurable de la humanidad https://ich.unesco.org/es/RL/el-zajal-poesia-recitada-o-cantada-01000
Hay que afirmar que ninguna de las tradiciones existentes de poesía oral puede rivalizar con el zajal libanés en sofisticación, variedad métrica, linaje prolongado. Pero es difícil impugnar el hecho de que ninguna de ellas disfruta de su ardiente popularidad. Hoy en día, muchos poetas profesionales de zajal recorren el campo libanés y las comunidades de expatriados en todo el mundo actuando para audiencias de miles de aficionados.
Se considera que el primer practicante de zajal en lo que hoy es el Líbano fue el obispo Gabriel Al-Qla3i Al-Hafadi (1440-1516), aunque algunos estudios rastrean el zajal libanés casi dos siglos antes a un poeta llamado Souleiman Al-Ashlouhi (1270-1335) y algunos de sus contemporáneos, y en particular a un solo poema en 1289, el año de la destrucción de Trípoli (en el actual norte del Líbano) por los mamelucos.
En definitiva, el zajal no solo sobrevive como una tradición poética casi inmedible, sino que florece y evoluciona, adaptándose a los tiempos modernos mientras mantiene sus raíces profundamente ancladas en la historia cultural del Líbano y otras regiones de influencia árabe. A través de su rica amalgama de improvisación, música y diálogo poético, el zajal continúa siendo un vibrante testimonio de la creatividad humana y un puente que conecta generaciones.
Al celebrar la diversidad y la expresión comunal, el zajal nos invita a todos a explorar la profundidad de nuestra herencia cultural y a participar en el diálogo perpetuo que es la poesía.