Después de aproximadamente cuatro años de negociaciones, los diputados europeos respaldaron con un estrecho margen de votos el nuevo pacto sobre migración y asilo durante una votación, el miércoles 10 de abril de 2024, permitiendo, con ello, la aprobación final de los Estados miembros esperada para finales de mes.
La amplia reforma presentada en 2020 por la Comisión Europea, busca establecer reglas comunes y predecibles para gestionar la acogida y reubicación de solicitantes de asilo. Asimismo, prevé procesar parte de las solicitudes de asilo en las fronteras exteriores de la Unión Europea.
De hecho, los cinco textos clave del Pacto que fueron objeto de un compromiso entre el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo son: gestión del asilo y migración, situación de crisis y fuerza mayor, actualización de la base de datos Eurodac, filtrado y procedimiento de asilo común, y el nuevo marco de la UE para la reubicación.
En septiembre de 2022, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE se comprometieron a trabajar para lograr la adopción del Pacto antes de las elecciones europeas de 2024.
Implementación y obligación de aplicar el Pacto sobre migración y asilo
La Comisaria Europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, advierte que los gobiernos deben implementar y aplicar la reforma.
«Todos los Estados miembros deben implementarlo y aplicarlo», declaró Ylva Johansson. «Si no lo hacen, por supuesto, la Comisión actuará y utilizará, si es necesario, procedimientos de infracción», agregó.
Solidaridad entre los Estados miembros
En caso de presión migratoria observada en uno o varios Estados miembros, la Comisión tendrá la posibilidad de activar un «mecanismo de solidaridad» que implicará a todos los Estados miembros, ya sea acogiendo a parte de los solicitantes de asilo o ayudando al Estado bajo presión a través de apoyo financiero, construcción de centros de acogida o incluso asistencia para el retorno.
El Consejo desea que al menos 30 000 solicitantes de asilo sean reubicados desde los países de primera línea. Los Estados que rechacen esta reubicación estarían obligados a pagar una compensación financiera de 20 000 euros por persona.
A este respecto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, elogió: «un gran avance para Europa», después de la adopción de la reforma. «Este día es verdaderamente histórico», dijo en una conferencia de prensa, celebrando que este Pacto sobre migración y asilo «se convierta en realidad».
La reforma fue inmediatamente denunciada por Polonia y Hungría.
Hablando con la prensa nacional en Varsovia en el momento de la votación, el Primer Ministro polaco Donald Tusk afirmó que su gobierno protegería a Polonia contra el programa de reubicación de migrantes de la Unión Europea.
«Tengo algunas opciones para construir alianzas y el mecanismo de reubicación o pago para no acoger a migrantes no se aplicará en Polonia», precisó Donald Tusk sin dar más detalles.
Hungría, otro opositor al nuevo pacto, también expresó su descontento.
«Es lamentable que nueve años después del pico migratorio, el Parlamento haya propuesto una solución que constituye una grave violación de la soberanía de los Estados nacionales», explicó Zoltán Kovács, portavoz del gobierno para asuntos internacionales, en una reunión con periodistas en Bruselas. «El pacto no ofrecerá ninguna solución confiable a ningún Estado miembro», agregó.
Cabe recordar que Hungría asumirá la presidencia de la UE justo después de las elecciones europeas, el 1 de julio; sin lugar a dudas, este tema será una prioridad en su agenda política.
Por otro lado, el jefe del grupo de los Verdes, el diputado belga Philippe Lambert, criticó fuertemente el Pacto sobre migración. Al respecto, declaró: “Construir una Europa fortaleza erigiendo vallas, pagando a señores de la guerra y normalizando prácticas inhumanas no detendrá la migración”.
Asimismo, el eurodiputado belga agregó: «La única manera responsable de gestionar la migración es abordarla con soluciones prácticas y pragmáticas basadas en la solidaridad y el respeto de los derechos fundamentales, en lugar de ceder ante la extrema derecha».
Los eurodiputados socialistas, por su parte, afirman que el Pacto abrirá camino a un «marco más justo, eficiente y sostenible» para gestionar las migraciones. De hecho, Iratxe García Pérez, líder del Grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, dijo: «Finalmente, después de más de una década de difíciles negociaciones, y gracias a la unidad del Grupo S&D, finalmente hemos establecido una verdadera solución europea».
Terceros países
La dimensión externa, en cambio, está cubierta por acuerdos con países vecinos, como Túnez, Mauritania y Egipto, para evitar las salidas irregulares y frenar los flujos migratorios.
«Al mismo tiempo, continuaremos nuestros esfuerzos de colaboración con los países de origen y tránsito para abordar juntos las causas profundas de la migración», declaró la presidenta de la Comisión Europea von der Leyen después de la adopción del pacto.
La Unión Europea ha firmado varios acuerdos sobre migración con sus vecinos del sur, incluido Túnez en julio de 2023, mientras el país atraviesa una dura crisis política y financiera. La Comisión Europea indicó que se destinarían 42 millones de euros rápidamente. Tras esta declaración, el presidente tunecino Kais Saied hizo una salida mediática en octubre rechazando los fondos europeos para los migrantes, considerándolos como caridad y falta de respeto al acuerdo firmado en Túnez.
Con el Reino de Marruecos, la Unión Europea ha alcanzado un acuerdo sobre migración, después de que el ministro Bourita dejara claro la posición del Reino, especificando, tras los eventos migratorios de mayo de 2021 en Ceuta, que Marruecos no era el «gendarme» de Europa.
Los Veintisiete tienen previsto finalizar un pacto migratorio con Marruecos para finales de 2024; mientras tanto, la UE ya ha otorgado un apoyo financiero de 2,1 mil millones de euros entre 2014 y 2022 al país, de los cuales 1,5 mil millones están destinados a la cooperación bilateral global entre 2014 y 2020, en el marco del FFUE (Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE para África).
Cabe señalar que varios diputados europeos hacen eco de la estrategia llevada a cabo por Marruecos en la política migratoria y apoyan sus esfuerzos.
El año pasado, la UE acogió 1,14 millones de solicitudes de protección internacional, un récord en siete años, y registró 380 000 cruces irregulares de fronteras, la mitad por el Mediterráneo central, especialmente en las costas libias.
Una vez que todos los textos sean formalmente aprobados por el Consejo Europeo, las leyes entrarán en vigor después de su publicación en el Diario Oficial. Se espera que el reglamento entre en vigencia en dos años. Por ello, en relación a la directiva sobre las condiciones de acogida, los Estados miembros tendrán dos años para introducir las modificaciones en su legislación nacional.
Radouan Bachiri
14/04/2024