El gobierno de España anunció la eliminación de los llamados «visados dorados», una medida destinada a combatir la especulación inmobiliaria que afecta a muchas ciudades del país. Estos visados permitían a ciudadanos no europeos obtener permisos de residencia y trabajo al invertir más de medio millón de euros en el sector inmobiliario español.
La decisión, que busca frenar las inversiones especulativas que dificultan el acceso a la vivienda para jóvenes y familias, será oficializada en el Consejo de Ministros.

Introducidos en 2013 durante un periodo económico complicado, con la intención de fomentar la inversión en España, los «visados dorados» se han vinculado mayormente a inversiones inmobiliarias en vez de empresariales. Según el gobierno, el 94% de estos visados se han otorgado por inversiones en propiedades, concentrándose principalmente en grandes ciudades como Barcelona, Madrid y Valencia, exacerbando la presión sobre el mercado de la vivienda.
Esta política refleja un cambio de enfoque del gobierno español, que prioriza el bienestar de sus ciudadanos sobre la atracción de inversiones extranjeras especulativas. Es un movimiento en línea con otros países europeos como Portugal y Grecia, que recientemente han revisado o endurecido sus propios programas de visados por inversión ante las críticas y los desafíos planteados por la Unión Europea.
Este ajuste en la política de visados señala un esfuerzo más amplio para abordar la crisis de accesibilidad a la vivienda en España, mostrando un compromiso con el desarrollo de un mercado inmobiliario más equilibrado y sostenible.
La medida es una respuesta directa a las preocupaciones sobre cómo la especulación inmobiliaria ha limitado la capacidad de muchas personas para encontrar viviendas asequibles, marcando un paso significativo hacia la reforma del sector inmobiliario del país.
8/4/2024