La guerra en Ucrania -según ha publicado hoy el diario digital El Obrero- ha encendido nuevamente el debate en Europa sobre la reintroducción o expansión del servicio militar obligatorio, particularmente en los países bálticos, nórdicos, y Alemania, ante el temor de una futura guerra en el continente. En Alemania, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha anunciado la presentación de un informe sobre la viabilidad de reinstaurar el servicio militar obligatorio, reviviendo la discusión sobre si la decisión de abolirlo en 2011 fue un error. Mientras tanto, el canciller Olaf Scholz muestra escepticismo hacia esta medida.
En los países nórdicos, tanto Noruega como Dinamarca han tomado pasos concretos hacia el aumento de sus fuerzas armadas en respuesta al cambio de seguridad provocado por el conflicto en Ucrania. Dinamarca busca extender la duración del servicio militar obligatorio y hacerlo aplicable también a las mujeres, siguiendo el modelo de Noruega y Suecia. Noruega, por su parte, planea incrementar significativamente el número de reclutas para fortalecer su defensa nacional.

Suecia y Finlandia también se ajustan a este panorama de preparación militar. Suecia, preocupada por el elevado número de jóvenes que buscan evadir el servicio alegando enfermedades, mantiene su servicio militar obligatorio reinstaurado en 2017. Finlandia, por otro lado, ha conservado siempre el servicio militar obligatorio para los hombres, con la posibilidad de optar por un servicio social, manteniendo a los graduados en reserva hasta los 50 años.
En contraste, Polonia, donde el servicio militar obligatorio está suspendido desde hace décadas, ha experimentado debates sobre su necesidad sin tomar aún decisiones firmes hacia su reintroducción. La población polaca muestra resistencia a la idea de un «mili» obligatorio, aunque reconoce la importancia de expandir las fuerzas armadas. En los países bálticos, Estonia ha mantenido el servicio militar obligatorio, mientras que Lituania y Letonia lo han reintroducido recientemente, adaptándose a la creciente tensión con Rusia y buscando fortalecer sus capacidades de defensa nacional. Este conjunto de movimientos refleja una Europa cada vez más consciente de la necesidad de fortalecer sus defensas en un contexto de incertidumbre y tensión geopolítica.
6/4/2024