Carles Puigdemont ha ratificado su intención de postularse nuevamente como candidato en las próximas elecciones catalanas, manteniendo la tradición de liderar su campaña desde la distancia. Este anuncio, que fue recibido con aplausos por parte de sus seguidores, no resulta sorprendente si se considera su historial de participación en elecciones en 2017 y 2019. Desde su ubicación en el extranjero, Puigdemont planea una vez más llevar a cabo su estrategia de campaña principalmente a través de medios digitales, aprovechando las herramientas en línea para conectarse con sus votantes.
Como señalamos, esta táctica no es nueva para Puigdemont. De hecho, en 2017, tras su traslado a Bruselas, el político catalán lanzó su campaña electoral de manera virtual. Mediante una combinación de vídeos y videollamadas, Puigdemont se esforzó por mantener una presencia constante entre sus seguidores, narrando su vida en el exilio y participando virtualmente en actos de campaña, a pesar de los inconvenientes técnicos ocasionales que surgían.

En este sentido, el enfoque estratégico buscaba emular la experiencia de una campaña electoral tradicional, pero adaptada a la distancia. Actividades culturales, eventos públicos y detalles de su vida diaria en el exilio se compartieron con sus seguidores a través de la pantalla, con el objetivo de mantener viva la llama del movimiento independentista catalán desde ciudades belgas como Gante, Bruselas y Brujas, culminando en una noche electoral íntima pero interconectada digitalmente.
El mensaje central de Puigdemont durante estas campañas ha sido constante: la promesa de un regreso a Cataluña en caso de obtener la victoria electoral. Aunque fue el candidato más respaldado entre los partidos independentistas y tuvo la oportunidad de formar gobierno, los obstáculos legales y políticos le impidieron retornar, lo que llevó a Quim Torra a asumir la presidencia de la Generalitat.
22/03/2024