
En el marco de los preparativos para el Mundial de 2030 que Marruecos organizará junto con España y Portugal, la cuestión de las infraestructuras surge constantemente en los debates, en particular en lo que respecta a los costes y el legado después del torneo. Si España y Portugal ya cuentan con infraestructuras que cumplen con los estándares de la FIFA, la Copa del Mundo de 2030 debería permitir a Marruecos modernizar su infraestructura y mejorar sus recursos operativos y estratégicos.
La Copa del Mundo es una oportunidad para revitalizar el desarrollo económico del país y, para las ciudades candidatas, esto representa una oportunidad en términos de turismo, economía, pero también de promoción del patrimonio histórico. Por lo tanto, parecen necesarios esfuerzos por parte del gobierno y de las autoridades locales para realizar las inversiones que será necesario movilizar.
En este contexto, Fouzi Lekjaa, Presidente de la Federación Real Marroquí de fútbol (FRMF) presidió una reunión con el gobernador de la región de Fez-Meknes y otros representantes de los ministerios interesados, así como la empresa responsable de la gestión del transporte urbano en Fez y otros profesionales.
Durante esta reunión, el Concejo Municipal adoptó el “contrato de ciudad sede” del Mundial 2030, que constituye todos los derechos y obligaciones de las partes involucradas, de acuerdo con las especificaciones de la FIFA que definen los criterios y requisitos en materia de infraestructura de transporte ( carreteras, tren de altavelocidad, autobuses de alto nivel), infraestructuras deportivas y médicas, alojamiento, zonas de aficionados, así como festividades culturales y artísticas.
En cuanto al marco legal y las garantías gubernamentales, la reflexión de las autoridades locales de Fez debe centrarse en los proyectos a emprender en cada una de las zonas estratégicas, como los establecimientos turísticos. En términos de conectividad, la ciudad debería contar con trenes rápidos, autobuses de alto nivel y líneas de tranvía. Además, para evitar una huella de carbono catastrófica, como la del Mundial de 2022, la dimensión ecológica es fundamental.
Es pertinente cuestionar la capacidad de las ciudades candidatas para cumplir con las especificaciones del organismo mundial del fútbol en términos de calidad, particularmente en lo que respecta a los estadios y las instalaciones relacionadas, hoteles, servicios e instalaciones de transporte. Las ciudades candidatas deben cumplir con el Código de Conducta de la FIFA.
De hecho, la construcción de infraestructuras debe tener en cuenta la dimensión ecológica y humana, así como el legado post-global 2030. Además, el éxito de estos proyectos requiere una colaboración transversal en varios niveles de partes interesadas (regiones, autoridades locales, gobierno central, establecimientos públicos) y en diversos ámbitos (derechos comerciales, derecho laboral, seguridad, visados).
08-03-2024