
En el contexto de estrechamiento de las relaciones bilaterales entre España y el Reino de Marruecos, en diversas áreas (economía e inversiones, política, cultura, entre otros), hemos querido acercarnos, en primera persona, al ámbito de la cultura que une ambas naciones y a las actividades que se desarrollan en este marco. Para ello, el equipo de Marruecom ha contado con la visión experta de un profesional del Ayuntamiento de Algeciras, Miguel Vega, coordinador de actividades culturales, para hablarnos de diferentes nociones y realidades que se experimentan en el país vecino con respecto a la multiculturalidad.
En este sentido, encargado de organizar y gestionar los eventos culturales que se desarrollan en su ciudad natal y ganador de diversos premios por su labor y trayectoria, Vega, ha accedido a expresar sus opiniones sobre el contexto cultural de España, en términos generales, y de Algeciras, en términos más específicos, que envuelve la convivencia entre la población marroquí y española.
P. ¿Cómo definirías la convivencia cultural entre marroquíes y españoles en el país?
R: Desde mi experiencia y vivencias en Marruecos y mi condición de algecireño, en lo cultural y en lo humano, que suelen y deben ir estrechamente ligados, puedo definir dicha convivencia cultural como asumida y necesaria, aunque de vez en cuando, pase por ciclos intermitentes, no diría de olvido, ni desidia, sino como de una cierta cómoda dejadez, entre marroquíes y españoles, hispanistas, escritores o gestores culturales; pero la definiría en tres palabras: asumida, añorada y necesaria.
Marruecos ha dejado de ser para España, en cualquiera de sus planteamientos, un destino exótico, para ser casi una parada obligatoria
Miguel Vega
P. ¿Hay interés en la región por conocer las manifestaciones culturales de Marruecos?
R: Sí. Aunque demasiadas veces, ese prejuicio (que no existe en Algeciras, mi ciudad), por lo desconocido y sus tópicos, haya condicionado dicho interés, puro, emotivo y lógico por el conocimiento, la preocupación y el disfrute de un país, tan cercano como diverso. Así pues, el interés está claramente dividido en dos vías: la turística y la cultural, atendiendo desde ellas al folklore, el comercio y la gastronomía, rompiendo tópicos y prejuicios, desde la cultura, y la sensibilidad hacia la belleza y sus formas geográficas y humanas. Esto es porque también se busca desde el hispanismo y sus palabras, sus revistas literarias, y sus encuentros a dos bandas, plasmar o concienciar ese infortunio de sueños embarcados, que se ahogan en mares compartidos. No obstante, más allá de todo eso, y precisamente por todo eso, sí que existe un velado interés por conocer, amar y entender Marruecos, por encima de políticas o intereses comerciales comunes, sobre todo en Andalucía, ya que como andaluz pienso y siento, que en tierra y alma, de alguna manera, nos hermanamos.

P. ¿Se planifican actividades culturales que involucren un acercamiento a Marruecos o jornadas de convivencia con marroquíes? ¿cuál esa reacción mayoritaria de los participantes?
R: Sí, se planifican, pero muchas menos de las necesarias, y su enfoque es más comercial y turístico que cultural, pero se echan de menos más intercambios de jornadas culturales y más protagonismo e intervencionismo, por una parte de instituciones y organismos, y por otro, de asociaciones y particulares, de ambas partes, para seguir navegando por estos canales de cohesión; canales como la música, programas, encuentros y fusiones de toda índole artística, desde la danza, el flamenco, la orquestación andalusí, el zéjel, y la literatura, que viajen de uno a otro país, provocando siempre una reacción positiva.
Existe un velado interés por conocer, amar y entender Marruecos, por encima de políticas o intereses comerciales comunes
Miguel Vega
P. ¿Existe interés por conocer Marruecos por parte de los españoles?
R: Sí, porque Marruecos ha dejado de ser para España, en cualquiera de sus planteamientos, un destino exótico, para ser casi una parada obligatoria, marcada por el imaginario y la voluntad colectiva de los españoles, en busca de la cultura de siglos compartida, su geografía, belleza, filosofía de vida, cierto paralelismo, no del todo confesado, y el paisaje humano. Es otro turismo, otro encuentro, que compendia tanto como ofrece.
Por: Hanae Trola Skalli
24-02-2024