
La Confederación General del Trabajo (CGT) de Francia inició ayer jueves una huelga de 48 horas contra la reforma de las pensiones proyectada por el gobierno, convocada en refinerías, centrales eléctricas, y puertos.
Una semana después de una huelga general que paralizó la estructura básica del país, los trabajadores vuelven a movilizarse en Francia contra el polémico proyecto de ley que pretende alargar la edad de jubilación, si bien en esta ocasión los paros tendrán un impacto más limitado.
Desde RTE, empresa responsable de garantizar la seguridad del suministro eléctrico, se enviaron mensajes a los huelguistas para recordar que los cortes de producción comprometen la seguridad y el funcionamiento de la red, por lo que pidió a los empleados respetar ciertas medidas. En las refinerías se bloquearon desde primeras horas de la mañana los envíos de combustible a los depósitos con la consigna habitual, «nada entra, nada sale», y según CGT el paro era total en la zona norte, con un seguimiento del 80% en Normandía, entre el 50 y 60% en las refinerías del oeste del país, y del 30% en el centro cercano a París.
Pese a las amenazas del ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, quien habló de «delito» y no de protestas sindicales al considerar los bloqueos en refinerías y depósitos, desde el sindicato petrolero CGT abogaron por endurecer el movimiento de protesta y “generalizar la huelga para afectar a la economía” y “hacer retroceder al Gobierno”, en lugar de huelgas esporádicos en el tiempo.
27-01-2023