Mohamed El Morabet nació en Alhucemas en 1983. Es uno de los novelistas de la diáspora, que forman parte de una generación magrebí de escritores que novelan en castellano siendo la lengua del país de acogida. Mohamed reside desde su adolescencia en España a donde llegó con 19 años.
El Morabet es un escritor que defiende la cultura como unión entre España y Marruecos, es ganador de la 15 edición del premio Málaga de la novela.
EL escritor y periodista Sergio del Molino le ha calificado de representante de la vanguardia de la literatura hispana venidera, con su primera novela Un Solar abandonado publicada en 2018.
Con la novela titulada El invierno de los jilgueros editada en 2022, El Morabet consiguió tejer una narrativa innovadora ligada a su Alhucemas natal.
P: En Un solar abandonado, Usted cuenta con una pizca biográfica la historia de un traductor marroquí residente en España. Vista la madera de sus personajes ¿dónde se asemeja Mohamed y en qué se diferencia de su protagonista?
R: Ismael Atta y yo nacimos ambos en Alhucemas y acabamos viviendo en Madrid. Ismael Atta es real y yo soy una ficción.
P: ¿Qué representa el pasado para el novelar de El Morabet? ¿cómo hace funcionar la dualidad Memoria/ Imaginación, Realidad/Sueño en su narrativa? ¿Podemos considerar su producción novelística un importante testimonio de un pasado próximo que sigue latiendo en el presente?
R: No lo sé. El pasado, quizá, sirve para entender mi presente. O quizá no.
P: Sergio Molino dice: Mohamed representa la vanguardia de la literatura que viene, sabiendo que es un orgullo para nosotros,¿Cómo concibe usted esta calificación?
R: Sergio Molino ha sido muy generoso con su frase. Y se la agradezco enorme y eternamente.
P: Siendo hijo de las letras literarias ¿Cómo ve usted la literatura actual y venidera en particular la novela tanto en Marruecos tu país de origen como en España tu tierra de adopción (producción- mercado-lector)?
R: No me gustaría emitir un juicio sobre el estado de la literatura en Marruecos porque lo desconozco. Sigo de vez en cuando la actualidad y lo que se publica y la literatura que me llega de Marruecos es tan poca que dificulta que formule una opinión. En relación a España, pues hay de todo. Lo más gratificante, fue el aumento de los índices de lectura de libros, sobre todo novelas, en el período de pandemia. Esto indica que cuando nos hallamos sumergidos en un proceso de angustia colectiva, recurrimos a las novelas (y a la ficción en general, mediante cine y series) para poder encontrar una pizca de sosiego.

P: Ha mencionado en su obra Jamae Fna como foro nacional popular de literatura oral, además de patrimonio inmaterial de la humanidad y cómo dejó de ser refugio vital de los cuentacuentos que ya recurren a lugares cerrados para cultivar este género. ¿Cree que este lugar internacionalmente conocido por sus juglares vive la peor crisis de todos sus tiempos? ¿Por qué?
R: Primero, no creo que haya usado el adjetivo “nacional” para referirme a La Plaza Jamaa El Fna. No sé si lo que está viviendo la plaza es una crisis, yo diría más bien una metamorfosis. El peso de la literatura oral cada vez es menor y por razones lógicas, primero por la implantación del libro y luego de la televisión. No creo que unos niños o adolescentes marroquíes en 2022 se les pueda entretener con un cuento contado alrededor de una hoguera. La presencia de las series ha sustituido nuestra forma de consumir ficción. Y eso no es dramático, solo es un cambio. Y entiendo que dicho cambio genere nostalgias, incluso resistencias.
P: ¿Como lector, a quién prefieres leer, al escritor más leído o más premiados ¿por qué?
R: Depende sobre qué escribe y cómo escribe.
Entrevistado por: Khadija TAOUIL – Doctoranda en el Laboratorio de Marruecos y el Mundo Ibérico e Iberoamericano, Universidad Hassan II, Casablanca.
04-11-2022