
El enviado de la primera cadena marroquí a Argelia, Kais Mohssine, para cubrir los trabajos de la cumbre árabe, reveló que la delegación de los medios marroquíes fue objeto de comportamientos hostiles por parte de las autoridades del régimen argelino, que los investigó, extraoficialmente, durante largas horas, antes de apoderarse de sus equipos y despojándolos de sus credenciales de prensa.
Kais Mohssine indicó en una publicación en su Facebook que han sufrido: «marginación, y malos tratos». «Estuvimos en el aeropuerto durante largas horas, después de un viaje que nos obligó a ir a París, y luego a Argelia, por decisión de Argelia de cerrar las la fronteras aéreas con Marruecos. Entramos en territorio argelino, como individuos y no como periodistas, es decir, nos despojaron de todos nuestros mecanismos de trabajo», agregó.

La misma fuente agregó en la misma publicación: «Después de eso, recibimos noticias de que los medios marroquíes no tienen lugar en la cumbre y, por lo tanto, no tenemos derecho a la cubertura del evento».
El periodista marroquí concluyó su mensaje diciendo: «Después de una noche que no estuvo exenta de vigilancia por parte de los servicios de inteligencia, tuvimos que abandonar Argelia», haciendo una reflexión sobre lo vivido en el país norteafricano: «Fue una cumbre de desacato y espionaje, no una cumbre para resolver los problemas de la nación árabe».
31-10-2022