
No hay indicios de una visita cercana a Marruecos del presidente francés Emmanuel Macron, que había anunciado a finales de agosto su intención de visitar el Reino de Marruecos en el mes de octubre, lo que indica la existencia de profundas diferencias no resueltas entre Rabat y París.
En la actualidad, se suponía que se hablaría de arreglos para una próxima visita de Macron a Rabat, pero la situación actual es un silencio «ambiguo» entre las dos partes que da indicios de que las relaciones bilaterales han entrado en una etapa avanzada de estancamiento sin indicios de un gran avance pronto.
Según el diario «Africa Intelligence«, la lentitud de París a la hora de nombrar embajador en Marruecos, y las molestias que esto ocasionó en Rabat, para que Marruecos «retirara» también a su embajador en Francia y lo nombrara en otro cargo, son factores que aumentan el nivel de desconfianza entre los dos países, y se sitúan al frente de cualquier próxima visita del presidente francés al Reino de Marruecos.
Muchos informes hablan de la existencia de muchos desacuerdos, como la disputa sobre cómo deportar a los inmigrantes clandestinos y acusados de terrorismo de marroquíes en Francia, ya que París quiere una política flexible y fácil que le permita deportar sin trabas.
Entre el resto de cuestiones, y la más importante para el Reino de Marruecos, está la cuestión del Sáhara, Rabat quiere que París dé un gran paso positivo en este expediente, que es reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, similar a lo que hizo Washington y Madrid.
La crisis entre ambos países puede alargarse otros meses, pero según muchos observadores, el posible escenario que queda más cerca de suceder, por muy larga que sea la disputa, es la adhesión de Francia a los países que apoyan explícitamente a Rabat en el Sáhara, a cambio de que Rabat ofrezca una estrategia flexible en el tratamiento de temas como la inmigración y el terrorismo con Francia.
27-10-2022