
El acercamiento entre Marruecos e Israel ha provocado una tensión en Argelia, que no ha dejado de atacar a los dos países, alegando teorías poco creíbles. Estas acusaciones suceden después de las sucesivas derrotas diplomáticas que va acumulando Argelia en el dosier del Sáhara. Ahora le toca al Frente Polisario entrar en este juego.
El líder del Frente Polisario acusó, el sábado, a Israel de actuar para socavar los «derechos legítimos del pueblo saharaui y la seguridad y estabilidad en toda la región» a causa de los vínculos entre el Estado judío y Marruecos.
En un comunicado difundido por la agencia de noticias Saharaui, Brahim Ghali también acusó a Israel y a «otras partes conocidas» de ser responsables de actos que «incluyen la intensificación del flujo de drogas desde Marruecos para apoyar e incitar al crimen organizado y grupos terroristas».
Ghali añadió que Marruecos “sigue movilizando sus alianzas, con intenciones sospechosas, para intentar influir en la lucha, la resistencia y la resiliencia del pueblo saharaui”, en varios frentes y “con los métodos más apropiados y conspiraciones más insidiosas».
El objetivo es «socavar la moral y tratar continuamente de sembrar discordia y atacar la legitimidad y representatividad del Frente Popular y el lugar del estado saharaui en África y en el mundo», concluyó.
Parece que este tipo de ataques hacia la nueva alianza marroquí-israelí van a persistir. A cambio, Marruecos e Israel no dan crédito a estas declaraciones. No contestar, es la política escogida por ambos países.
19-09-2022