
El presidente francés, Emmanuel Macron, de visita desde el jueves 25 de agosto a Argelia, destinada a «reconstruir» las relaciones bilaterales, es considerada por argel como una señal para “promover una nueva visión basada en la igualdad de trato y el equilibrio de intereses”, según informa la agencia oficial argelina APS.
La elección de Macron de realizar este viaje al comienzo de su segundo mandato de cinco años también corresponde, según Argel, a «un reconocimiento del papel central de Argelia en la región» y a un «regreso con fuerza de la diplomacia argelina en el ámbito internacional».
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Argelia, el principal productor de gas en África, ha sido muy demandado por los europeos en su alerta por reducir su dependencia del gas ruso.
El gas argelino «no es realmente el tema de la visita» y no habrá «anuncios de grandes contratos o grandes negociaciones«, dice el Elíseo, incluso si la jefa del gigante energético «Engie», Catherine MacGregor, forma parte de la delegación de Macron.
Los dos presidentes también abordarán la situación en Malí, de donde acaba de retirarse el ejército francés, y la creciente influencia rusa en África.
La delicada cuestión de las visas otorgadas por Francia también estará en el centro de las discusiones, ya que Emmanuel Macron decidió en 2021 reducirlas a la mitad ante la renuencia de Argel a readmitir a sus ciudadanos ilegales desde Francia.
Esta es la segunda vez que Emmanuel Macron visita Argelia como presidente, después de una primera visita en diciembre de 2017. Las relaciones entre los dos países parecían entonces prometedoras con un joven presidente francés, nacido después de 1962 y liberado del peso de la historia, que había calificado la colonización francesa como un «crimen contra la humanidad».
26-08-2022