
El Gobierno de España enfrenta demandas a través del Parlamento para convertir las lenguas árabe y bereber en dos idiomas oficiales, similares a los idiomas reconocidos por su uso en las distintas provincias españolas, dado que se utilizan en Ceuta y Melilla, que, según los defensores de esta propuesta, pertenecen a la historia española, y hay decenas de miles de ciudadanos españoles que las hablan en su vida cotidiana.
El portavoz de la coalición izquierdista «Compromís», en el Senado español, Carles Mulet, planteó este asunto a través de una correspondencia al Gobierno, al considerar que este último ejerce «desacato» contra un grupo de lenguas utilizadas en España, como el asturiano, en Asturias, el lionés en la provincia de Castilla y León, el cántabro y el aragonés, así como el bereber (Tamazight) en Melilla y el árabe en Ceuta.
El parlamentario español afirmó que todas estas lenguas representan lenguas especiales utilizadas en las sociedades españolas, y en teoría entran en el marco del artículo 3 de la Constitución española, que prevé su protección, pero el gobierno de Pedro Sánchez les asignó cero euros para apoyarlos, preguntándose si considera que todo el patrimonio lingüístico tiene la misma importancia.
Según la Alianza de Compromís, el gobierno español solo ha indicado que apoya únicamente las lenguas que tengan carácter oficial o un estatus oficial compartido con la lengua principal del país, que es el español estándar que se utiliza mayoritariamente en el territorio de Madrid y alrededores, además de la presencia de pequeñas referencias a las lenguas que cuentan con una dirección encargada de la política lingüística en comunidades autónomas como Aragón y Asturias.
22-08-2022