
Esta semana en Rabat y Salé y en otras ciudades del Reino, las autoridades han cerrado varios negocios de lavado de coches, como parte de la lucha contra los efectos de la sequía, puesta en marcha para hacer frente al estrés hídrico.
Tras la fase de sensibilización, llega el momento de la represión contra el uso descontrolado del agua potable en las ciudades, en un contexto de sequía que atraviesa Marruecos. Esta operación de cierre está en línea con las directrices del Ministerio del Interior, que pide a las autoridades locales que tomen un conjunto de medidas para erradicar el estrés hídrico que afecta a Marruecos.
Antes de proceder al cierre de estas unidades, las autoridades consultaron sus registros de consumo de agua, a fin de verificar aquellas que consumen demasiado, subraya el diario «Al Akhbar», y agrega que se había concedido un plazo de una semana a estos garajes en los distritos correspondientes, para suspender sus actividades.
Sin embargo, no todos los negocios se ven afectados por esta acción. Aquellos que utilizan menos procesos ecológicos o que consumen menos agua pueden continuar con sus actividades. Entre ellos se encuentran los locales que utilizan aguas subterráneas, siempre y cuando, por supuesto, los pozos estén autorizados. Lo mismo se aplica a las gasolineras que ofrecen este servicio a sus clientes y que utilizan medios de ahorro de agua.
Por su parte, los propietarios de los negocios afectados han manifestado su descontento, calificando de abusiva esta medida. Acusaron a las autoridades de no ofrecerles otras alternativas. Entre otras medidas de apoyo de las que estos últimos quisieran beneficiarse, subvenciones para ayudarles a equiparse con bombas de alta presión que consumen poca agua.
06-08-2022