
El Consejo de Seguridad de la ONU acaba de publicar, en un documento oficial, la respuesta del embajador y representante permanente de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, compuesta por cuatro partes en las que desmonta la carta del embajador argelino Nadir Larbaoui fechada el pasado 9 de junio.
Silencio culpable del embajador argelino
En su carta al Consejo de Seguridad, Hilale denunció omisiones evidentes y silencio culpable, exhibido sin vergüenza, por parte del embajador argelino sobre los viajes, financiación, adoctrinamiento, entrenamientos militares de la llamada Sultana Khaya y muchos otros hechos, que implican directamente la responsabilidad de Argelia y complicidad en las agitaciones de esta activista y portavoz de la violencia armada contra la población civil.
Estas supuestas omisiones del diplomático argelino revelan su incapacidad para dar respuestas tangibles a las irrefutables y argumentadas acusaciones del embajador marroquí. Esto demuestra, si aún es necesario, el papel principal de Argelia en el reclutamiento directo de los pocos elementos separatistas que, al no lograr convencer con un discurso pacífico en el respeto de las leyes marroquíes, recurren descaradamente a llamadas e incitaciones a asesinatos, acciones militares y ataques contra la propiedad pública y privada. Esto está totalmente prohibido por el derecho internacional, especialmente el artículo 19 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, del que Argelia es Estado parte.
Argelia: Un partido incuestionable
La respuesta del embajador marroquí a su homólogo argelino es un auténtico pliego de cargos condenatorios por la responsabilidad primaria de Argelia en este diferendo regional, desde su génesis en 1975 hasta hoy.
La acusación de Hilale, contrariamente a la retórica y lenguaje poco diplomático del diplomático argelino, se distingue por detalles históricos, verdades inmutables, pruebas irrefutables, escritos diplomáticos indelebles que figuran en el Consejo de Seguridad (la carta del RP argelino al SG de la ONU, 19 de noviembre de 1975, S/11881), actos asumidos (CCPR/C/DZA/CO/4 y CCPR/C/134/D/2721/2016), decisiones de injerencia en los asuntos internos de otros países, informes del Secretario General (S/2002/178) y las resoluciones del Consejo de Seguridad (2468, 2494, 2548 y 2602).
Hilale subrayó que Argelia es citada 5 veces, junto con Marruecos, en las últimas cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad, derrotando la ilusión argelina de un estatus de pseudo observador.
El condenable bloqueo del proceso político por parte de Argelia
En su carta, Hilale también denuncia la baja maniobra de Argelia que, al atacar a la ONU, intenta en vano eludir su responsabilidad directa en el bloqueo actual del proceso de mesas redondas.
Hilale enumera, una por una, las múltiples manifestaciones de la obstrucción argelina, la más indiscutible de las cuales es su carta al Consejo de Seguridad de octubre de 2021, en la que rechaza con firmeza cualquier referencia a cualquier compromiso por su parte de participar en las mesas redondas.
El embajador marroquí ha puesto a Argelia «cara a cara con sus mentiras», en las que la comunidad internacional ya no cree, sobre todo cuando trata vergonzosamente de culpar a la ONU del bloqueo del proceso político. Consideró este acto indecente y lo calificó como una maniobra baja y una táctica que incluso los amigos de Argelia critican por un lado.
La incomparable situación de los derechos humanos en Argelia y en el Sáhara
A las acusaciones falsas e infundadas del embajador de Argelia sobre supuestas violaciones de derechos humanos en el Sáhara, y su llamamiento a la ampliación del mandato de MINURSO para incluir el seguimiento de la situación de los derechos humanos «como todas las demás PKO (Operaciones de mantenimiento de la paz), Hilale respondió, en primer lugar, a la pregunta del embajador de Argelia sobre la situación de los derechos humanos en el Sáhara.
Hilale respondió, primero, con la ley, refiriéndose a las últimas 13 resoluciones del Consejo de Seguridad, todas las cuales saludan «las medidas e iniciativas tomadas por Marruecos, el papel desempeñado por las Comisiones del Consejo Nacional de Derechos Humanos en Dajla y El Aaiún, y la interacción entre Marruecos y los mecanismos de procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
También criticó la flagrante ignorancia de su homólogo argelino sobre los matices y diferencias en la naturaleza y los mandatos de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU. Le recordó que la MINURSO es una PKO tradicional con el único mandato de supervisar el alto el fuego, añadiendo, a este respecto, que la MINURSO no es en absoluto la única operación de paz de la ONU que no tiene un componente de derechos humanos, al igual que otros siete PKO de los 12 actualmente operativos.
Finalmente, Hilale invitó al embajador argelino a centrarse en las graves violaciones de los derechos humanos en su propio país, que han causado preocupación y condena por parte de funcionarios y organizaciones de derechos humanos de la ONU.
Cabr recordar en este sentido que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, declaró en su informe anual al Consejo de Derechos Humanos el 8 de marzo de 2022: «En Argelia, me preocupan las crecientes restricciones a las libertades fundamentales, incluido el creciente número de detenciones de defensores de los derechos humanos, miembros de la sociedad civil y opositores políticos».
04-07-2022