
España ha caído tres puestos en la clasificación mundial sobre libertad de prensa elaborado por Reporteros Sin Fronteras (RSF).
El Reino ibérico pasa a la posición 32 en 2022 desde la 29 que ocupaba en 2021, un descenso en que RSF pide «analizar con cautela», ya que la seguridad de los periodistas para ejercer su profesión no se ha deteriorado en el último año, pero «la precariedad y la polarización mediática empiezan a pasar factura».
El informe de la ONG destaca que la fuerte concentración de los medios privados se traduce en cierta opacidad sobre las influencias reales que ejercen los propietarios sobre los agentes públicos. La falta de transparencia afecta también a las inversiones en publicidad de las administraciones públicas y de las grandes compañías españolas.
Según la misma fuente, la grave precarización de la profesión en España impacta seriamente en la libertad de prensa. Los profesionales de la información que no ejercen en condiciones dignas de trabajo son mucho más vulnerables a las presiones y la autocensura. El informe también destaca «el gran clima de polarización mediática que afecta a unos medios de comunicación cada vez más próximos a medios de opinión».
Por otra parte, en la Unión Europea, regresan los asesinatos de periodistas, agrega RSF. Han sido asesinados Peter R. de Vries en Países Bajos, Yorgos Karaivaz en Grecia, Jan Kuciak en Eslovaquia, y Daphne Caruana en Malta. Además, han tenido lugar episodios graves de violencia en Francia, Italia, Alemania y Reino Unido.
04-05-2022