
Marruecos y España darán un portazo esta tarde del jueves 07 de abril de 2022, a la crisis diplomática que ha durado casi un año. La visita de Pedro Sánchez a Rabat, por invitación del Rey Mohammed VI, se enmarca en el contexto de una nueva era de relaciones de hermandad basadas en el respeto mutuo y en la transparencia.
Tras meses de tensión entre Madrid y Rabat, la carta de Pedro Sánchez al Soberano marroquí llevaba una sorpresa, un giro radical en la política exterior española en décadas. España se posicionaba a favor del plan de autonomía marroquí para el Sáhara, calificándolo como el plan más serio, realista y duradero para poner fin a esta disputa de larga data.
La sorprendente o no sorprendente decisión de España, dependiendo de cada punto de vista, ha sido bien acogida por la parte implicada directamente, los saharauis, quien ven como un «paso histórico» la decisión de Sánchez.
En este sentido, Aicha Duihi, activista Saharaui y Presidenta del Observatorio del Sáhara para la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos (OSPDH), ha concedido a «Marruecom» una entrevista para analizar la envergadura de esta decisión.
P: ¿Cuál es su lectura de la transformación histórica del Gobierno español sobre el tema del Sáhara?
R: La decisión del Gobierno español referente a la cuestión del Sáhara marroquí se considera una posición sin precedentes. Madrid considera ahora al plan de autonomía propuesto por Marruecos como el más «real, creíble y serio» para acabar con el conflicto del Sáhara.
La decisión de Sánchez es valiente, basada en un acto pragmático, teniendo en cuenta el interés superior de España y no puede en modo alguno considerarse una decisión dirigida contra una parte a expensas de otra. También se puede calificar de que no fue una decisión fácil, dada la sensibilidad española sobre el tema del Sáhara marroquí, ya que se considera la antiguas potencia colonial de las provincias del sur del Reino, que desde su salida del territorio ha mantenido una neutralidad negativa.
Hoy, después de más de cuatro décadas en las que las relaciones entre los dos reinos vecinos se caracterizaron por muchas interacciones y también por muchas tensiones, que ciertamente se intensificaron en el último año en el contexto de la recepción al líder del Polisario, España hace hoy un valioso repaso a su relación con el Reino de Marruecos, impulsada por los cambios geopolíticos en la región.
Era natural que la decisión fuera acertada esta vez, ya que España ha recibido los mensajes en los discursos de Mohammed VI sobre la importancia de la asociación entre los dos países, para comprender finalmente ese papel fundamental que juega Marruecos en seguridad a nivel regional, especialmente en la región del Sahel y el Sáhara, y su importancia también en controlar los flujos humanos y frenar la inmigración irregular según un plan nacional bien definido.
Las relaciones hoy se basan en la transparencia y el respeto para establecer esa relación basada en la claridad, la confianza mutua y los intereses comunes.
P: ¿Cuáles son los cambios que se pueden producir en el futuro, en función de la posición de España de apoyo al plan de autonomía marroquí?
R: En cuanto a la posición española, ciertamente se produjo tras el histórico y explícito reconocimiento estadounidense del Sáhara marroquí, y el elogio alemán a la iniciativa de autonomía. España se suma hoy a las filas de la legitimidad internacional en plena sintonía con el derecho internacional y considera que la autonomía la iniciativa presentada por Marruecos como la base más «seria, realista y creíble» para una solución al diferendo sobre el Sáhara marroquí, que ciertamente está de acuerdo con la resolución internacional adoptada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y apoyada por muchos países.
Se puede decir que a esta posición española seguramente seguirán otras posiciones positivas, a nivel de la Unión Europea y a nivel de los países de habla hispana, especialmente en América Latina, dado que el Reino de España fortalecerá el papel de su socio, Marruecos, en su relación con la Unión Europea y con los países de habla hispana.
Seguro que esta posición potenciará la legitimidad del Sáhara marroquí a nivel internacional, especialmente en la coyuntura y transformaciones fundamentales que caracterizan el expediente, que además refleja la gran victoria diplomática marroquí, ya sea a nivel de los países que reconocen el Sáhara marroquí y apoyan la autonomía y a nivel de las representaciones diplomáticas que están presentes en las ciudades de El Aaiún Y Dajla.
P: El Polisario juega sus últimas cartas en España para ganarse el apoyo de los adversarios de Pedro Sánchez ¿Espera algún tipo de escalada por parte del Frente?
R: Se puede decir que la nueva posición española y la decisión del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que fue apoyada y alabada, también ha provocado mucha discusión y confusión interna y ha formado muchas convulsiones y enfrentamientos, pero sólo beneficiará al Reino de España, ya que contribuirá a generar mucha conciencia sobre el nivel de las relaciones entre ambos reinos, de forma que no perjudique el expediente del diferendo sobre el Sáhara marroquí.
Es cierto que España hoy está tratando de unificar su posición, una posición unificada sobre el tema del Sáhara marroquí, que actualmente está siendo objeto de un gran debate y que seguramente resultará en la victoria de esta fuerte e histórica posición española, sobre el Sáhara marroquí, corrigiendo así su posición después de muchos años de incertidumbre.
Seguramente habrá discusiones marginales y «soldados de la resistencia», especialmente los opositores a Pedro Sánchez, y también la llamada representación diplomática del Polisario que intentará revertir esta posición, aunque saben que se trata de una posición irreversible, una posición pragmática que es en interés de España y no tiene marcha atrás. Es seguro que es cuestión de tiempo expulsar a este «disonante pensamiento», que no está en consonancia con los intereses de España, ni con su responsabilidad moral e histórica respecto al expediente del contencioso del Sáhara marroquí, e incoherente con la posición en el seno de la Unión Europea.
Ciertamente, este asunto será el último clavo en el ataúd del Polisario, que actualmente agoniza tanto internamente como a nivel de los campamentos de Tinduf, que viven un caos de seguridad muy grande y un enfrentamiento importante entre la población y los líderes del Frente. El Polisario vive una división interna, y es solo cuestión de tiempo para resolver este asunto de larga data que ha consumido mucho esfuerzo y tiempo también en el seno de las organizaciones internacionales.
por: Soufiane Ben Lazaar
07-04-2022