
La alianza entre Israel y los países árabes envía un fuerte mensaje a Irán, dijo el lunes el Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, después de una reunión sin precedentes en el sur de Israel.
«Escribimos aquí la historia, construimos una nueva arquitectura basada en el progreso, la tecnología, la tolerancia religiosa, la seguridad y la inteligencia (…) esto intimida, disuade a nuestros enemigos comunes, en primer lugar Irán», declaró Lapid.
El Ministro israelí habló en una conferencia de prensa junto al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, y sus homólogos de los países árabes que han normalizado sus relaciones con Israel.
Esta reunión sin precedentes, que tuvo lugar en el desierto de Néguev, se centró en la paz en Oriente Medio y el programa nuclear iraní. Estados Unidos e Irán se encuentran en las etapas finales de conversaciones indirectas destinadas a revivir el pacto de 2015 que supuestamente evitaría que Teherán adquiera la bomba atómica, a cambio del levantamiento de las sanciones que asfixian la economía iraní.
Pero Israel ve con malos ojos un posible acuerdo entre las grandes potencias e Irán, su enemigo número uno, por temor a que aproveche el pacto para adquirir armas nucleares a escondidas.
Israel comparte la misma preocupación por las actividades iraníes en la región que los Emiratos Árabes Unidos y Baréin, dos monarquías del Golfo representadas en las conversaciones de Néguev.
Además de estos dos países, los cancilleres de Marruecos y Egipto participaron en el encuentro calificado de “histórico” por Israel.
28-03-2022